Latinoamérica se encuentra con una misteriosa red de antenas espías

Parece que los datos de ciudadanos del continente americano podrían haber sido comprometidos.

Latinoamérica se encuentra con una misteriosa red de antenas espías
Antenas misteriosas han sido descubiertas en América del Sur. Unsplash

Existen algunos asuntos que nos evocan ciertos guiones elaborados de películas de Hollywood, antes que una noticia que será leída en un diario digital como es Urban Tecno. Es verdad que no es ninguna novedad poner en conocimiento del público que existen instituciones, tanto públicas como privadas, que pagan millones de euros, dólares o la divisa que prefieras, para obtener datos de sus ciudadanos. Bienvenidos al siglo XXI, la era donde la información es más valiosa que el propio dinero.

Investigación en la sombra

Recientemente, gracias a la información que hemos podido localizar en el medio de comunicación digital mexicano R3D, hemos conocido el descubrimiento de falsas antenas de telecomunicaciones en Ciudad de México, además de otras localizaciones y países de América Latina. Por el momento, a fecha de redacción del artículo, se habían descubierto más de 20 antenas alrededor de la ciudad, en lo que también se denominan stingrays, que simulaban ser puntos de conexión celular, cuando en realidad estaban siendo utilizadas para interceptar la comunicación de aquellos dispositivos que se encontrasen en su radio de acción.

Las revelaciones están surgiendo poco a poco

Los grandes responsables de que conozcamos la existencia de estas falsas antenas han sido los creadores del proyecto FADe. A pesar de que estas siglas sean totalmente ajenas a la mayoría de nosotros, ahora mismo te explico en qué consiste su labor. El proyecto FADe, acrónimo de Fake Antenna Detection, que significa Detección de Falsas Antenas, busca detectar si los teléfonos particulares están siendo objeto de vigilancia en los entornos donde se lleve a cabo la investigación. Esta labor se realiza gracias a unos sensores que son instalados en los vehículos de los voluntarios. Dichos sensores van recopilando información útil según pasan por distintos lugares, cargándose en el propio vehículo, y, después, unos algoritmos son los encargados de detectar anomalías en los datos recogidos. Por el momento, el proyecto ya ha estado rastreando Ciudad de México, la frontera entre Venezuela y Colombia, la capital de Bolivia, La Paz, y Caracas.

La sombra de la sospecha de telecomunicaciones

Es difícil encontrar culpables cuando se tratan asuntos de este calado, pero intentaremos dar una explicación de manos del medio de comunicación anteriormente mencionado. El análisis de FADe realizó examen a 1.801 antenas en la capital mexicana, siendo el total de mediciones superior a las 600.000. Dado que el estudio comprende grandes zonas de población, parece que las mayores anomalías fueron detectadas en una antena localizada Amecameca, una autopista, en otra cercana a la frontera entre CDMX el Estado de México y la tercera anomalía más importante se localizó en el Zócalo de la capital. A pesar de que no se sabe a ciencia cierta quién se encuentra detrás de este extraño espionaje, parece que los compañeros del medio de comunicación Poder apuntan en una clara dirección.

Latinoamérica se encuentra con una misteriosa red de antenas espías

La capital mexicana ha sido invadida por falsas antenas de comunicación. <a href="https://unsplash.com" rel="nofollow" target="_BLANK">Unsplash</a>

El caso mexicano parece ser el más grave hasta el momento

La administración federal parece tener varios contratos con una compañía denominada L3Harris Technologies, una de las principales fabricantes de los famosos stringrays que te mencionaba anteriormente, siendo 21 el número total de contratos establecidos entre los años 2011 a 2019. Los ciudadanos cuyos dispositivos sean interceptados pueden ver comprometidos datos como el IMEI, la escucha de sus llamadas, los mensajes de texto o los archivos que estén guardados en el dispositivo. Parece que dichas antenas estaban cerca de localizaciones gubernamentales, militares y de asociaciones de protesta social. A pesar de que es prácticamente imposible estar a salvo de que tu teléfono móvil sea víctima de cualquier compañía que quiera acceder al mismo, parece terrorífico pensar que ni tan siquiera la calle es un lugar libre de ojos y oídos ajenos.

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