Caparazones de crustáceos para tu próximo coche eléctrico, así es el invento que generaría baterías sostenibles

Si creías que lo único que se podía hacer con esta parte del cuerpo de los animales marinos es ser desechada, piénsalo de nuevo.

Caparazones de crustáceos para tu próximo coche eléctrico, así es el invento que generaría baterías sostenibles
Los caparazones de cangrejos podrían tener una segunda vida. Unsplash

Científicos de la Universidad de Maryland, en el departamento de Innovación en Materiales, han publicado un artículo en la página web Science Daily, en el que detallan la manera en que han buscado baterías más sostenibles para los tiempos que corren, tanto para cuidar nuestro entorno como para procurar un nuevo tipo de fuente de energía renovable que pueda ser utilizada en la siguiente generación de baterías que impulsen los coches eléctricos del futuro.

A pesar de que en Urban Tecno ya te hemos hablado de las baterías de los coches eléctricos, explicándote, por ejemplo, lo que son las baterías de estado sólido o cómo evitar que la batería del coche eléctrico se descargue continuamente, también podemos aconsejarte, dándote algunos tips para las baterías de los patinetes eléctricos.

El futuro de las baterías podría pasar por utilizar caparazones de crustáceos

Algunas de las baterías actuales, tal y como afirma el autor principal del estudio, Liangbing Hu, son realmente peligrosas para el medioambiente, dado que en su composición se encuentran el polipropileno y el policarbonato, sobre todo en aquellas batería de ion de litio. Éstas tardan miles de años en degradarse y no deberían formar parte de ningún tipo de ecosistema sano. Es por ello que se ha utilizado un nuevo material para el electrolito, la sustancia que permite que los iones campen a sus anchas, siendo, en este caso, un gel el fabricado a partir del material biológico llamado chitosán.

El chitosán es un producto derivado de la quitina, un carbohidrato que pueden encontrarse en las paredes celulares de los hongos o en los exoesqueletos de algunos crustáceos, donde mayor cantidad de chitosán puede obtenerse. Estamos hablando, sobre todo, de cangrejos, gambas y langostas. Desechos que, es más que evidente, que son sencillos de obtener, dado que los aficionados al marisco se encargan de tirarlos para consumir el manjar interior.

La introducción de este tipo de electrolito biodegradable, que utiliza un único componente metálico, el zinc, permite que las baterías fabricadas con él puedan ser recicladas. Según las declaraciones de Liangbing Hu:

El zinc es más abundante en la corteza terrestre que el litio. En general, las baterías de zinc bien desarrolladas son más baratas y seguras. Esta batería de zinc y chitosán tiene una eficiencia energética del 99,7% tras 1.000 ciclos de carga. En el futuro, espero que todos los componentes en las baterías sean biodegradables. No sólo el propio material, sino el proceso de fabricación de los biomateriales.

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