e-Genius, el avión eléctrico que inició una nueva era en la aviación moderna

¿Tiene el avión eléctrico un futuro brillante en los próximos años? Para conocer los planes actuales, cabe destacar cómo el e-Genius cambió la historia de este mercado.

e-Genius, el avión eléctrico que inició una nueva era en la aviación moderna
El avión e-Genius significó un antes y un después cuando fue mostrado al público en 2011. YouTube

Desde hace unos años, se están observando importantes cambios para dejar atrás las mecánicas contaminantes en el mercado de la movilidad. Los avances son lentos, pero siguen un paso firme. Además, esta transformación no está siguiendo el mismo ritmo en todos los medios de transporte al mismo tiempo. Al fin y al cabo, la vida útil de los mismos puede llegar a ser muy dispar.

En la movilidad terrestre, las baterías de ion litio están permitiendo un rápido crecimiento de las opciones puramente eléctricas, mientras que las tecnologías aéreas o marítimas están siguiendo un proceso mucho más lento. Pese a ello, se están realizando importantes avances que tienen como objetivo la estandarización, en un futuro, de propuestas puramente eléctricas.

El e-Genius supuso un antes y un después en la movilidad aérea sostenible

En el ámbito de la aviación, ¿hay algún proyecto que haya tenido especial repercusión por lo que ha supuesto? Sin duda alguna, e-Genius tiene la llave para comprender cómo lo eléctrico tiene cabida en este comprometido sector. Tanto es así que para entender el éxito de esta solución hay que remontarse al año 2011, un momento muy complicado en el que la inversión en la materia era mucho más escasa.

Por aquel entonces, un programa investigador consiguió realizar una serie de vuelos que pondrían de manifiesto las posibilidades de la tecnología eléctrica en el campo de la aviación. Desde entonces, se han realizado múltiples propuestas innovadoras, pero lo cierto es que el queroseno sigue siendo la clave para entender los miles y miles de vuelos que tienen lugar cada día en todo el mundo.

Veamos, no obstante, por qué este pequeño avión de pruebas supuso un antes y un después en la industria, hasta qué punto se trata de una tecnología diferencial en el ámbito de la movilidad aérea y por qué está siendo tan complicada la adaptación de las soluciones eléctricas en esta industria. Y tú, ¿volarías en una aeronave compuesta por motores y baterías eléctricos?

Una apuesta sin respaldo para demostrar la valía de lo eléctrico

Entre los muchos éxitos que tuvo esta primera experiencia en el aire, cabe destacar el tiempo que estuvo en el aire el modelo de pruebas. Según se puede leer en el portal tecnológico que cubrió la prueba, New Atlas, el vuelo inaugural fue de algo más de 2 horas, un tiempo que demuestra cómo la autonomía puede ser muy interesante si se utilizan conjuntos de baterías eléctricos.

El proyecto, llevado a cabo por la Universidad de Stuttgart, en conjunto con otras entidades, consiguió fijar otra marca récord. La aeronave utilizada consiguió mantener una velocidad media de unos 160 km/h, una cifra muy prometedora teniendo en cuenta la capacidad de innovación presente en el año 2011. ¿Imaginas cuál habría sido el dato a día de hoy? Sin duda alguna, podría superar los 200 km/h.

El primer vuelo piloto pudo cubrir una distancia de unos 340 kilómetros

Todo ello llama todavía más la atención si se tiene en cuenta que el conjunto de baterías era de apenas 56 kWh, una capacidad que podemos integrar, en la actualidad, en una buena parte de los coches eléctricos que se están comercializando. Bajo estas limitaciones, se consiguió recorrer una distancia de 340 kilómetros. De igual manera que antes, ¿cuánto podría recorrer a día de hoy?

Este primer embrión del coche eléctrico dio lugar a otras muchas propuestas que han ido apareciendo a lo largo de los últimos años. Tras este hilo, las velocidades medias y las distancias recorridas fueron incrementándose de forma notable, pero lo cierto es que aún hay una serie de inconvenientes que hacen del producto aéreo eléctrico una tecnología estancada.

Adelantado a su tiempo, aún queda una larga batalla por delante

De igual modo que el coche eléctrico ha crecido de forma exponencial a lo largo de los últimos años, se espera que esta revolución llegue a la aviación y a los buques marítimos en un futuro cada vez más próximo. Ahora bien, ¿a qué problema se enfrenta esta tecnología? Sin duda alguna, la muy baja tasa de rotación es, sin duda alguna, el principal freno a su éxito.

Cuando una aerolínea quiere renovar una parte de su flota de aeronaves, lo que busca es contar con nuevas aeronaves que pueda utilizar durante, al menos, 3 décadas. ¿Por qué deberían apostar, por tanto, por opciones que tienen un nivel de desarrollo muy pobre en relación con las opciones convencionales? La decisión, como es lógico, termina posicionándose a favor del queroseno.

Habrá que esperar mucho todavía para entender una aviación libre de emisiones contaminantes. Sin embargo, se están realizando importantes esfuerzos en la materia para poder, al menos, introducir las mecánicas eléctricas en este complicado mercado. ¿Se conseguirá en el corto y medio plazo? Puede ser muy interesante este debate.

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