Qué efecto placebo provoca la bicicleta eléctrica al ciclista

Desde hace unos años, las bicicletas han ido incorporando nuevas soluciones para mejorar la comodidad y rendimiento de los ciclistas. Esto se ha materializado y estandarizado, principalmente, a través de la inclusión de tecnologías eléctricas que contribuyen al pedaleo. Esto, sobre todo, ha tenido sentido en el medio urbano. Eso sí, con matices.

Si acudes en la actualidad a una tienda de bicicletas, es muy probable que te encuentras alternativas que incluyen, de fábrica, su correspondiente kit con baterías eléctricas. Esto tiene lugar, además, de forma independiente respecto al tipo de unidad que se busque. ¿Estás pensando en adquirir una versión para la ciudad? Tendrás opciones eléctricas. ¿De montaña? Igual.

Esto nos lleva a plantearnos una cuestión fundamental. ¿Es necesaria la tenencia de esta ayuda externa? Aparentemente, cabría esperar que sí por algo puramente físico. Contar con una ayuda externa permitiría realizar más kilómetros por un menor desgaste, ¿verdad? Un nuevo estudio presentado vendría a negar cualquier tipo de evidencia relacionada con esta hipótesis.

De hecho, la explicación de esta argumentación radicaría en el efecto placebo, un término que no ha parado de tener una mayor presencia en el debate por su aplicación a otros muchos sectores de la sociedad. Esto sería la sensación de obtener un mejor desempeño por creer que algo externo está interactuando de forma positiva sobre nuestro organismo. ¿Qué implicación tiene en la bicicleta eléctrica?

Según se puede leer en el portal tecnológico Electrek, esta sensación tendría sentido partiendo del esfuerzo físico realizado por una serie de investigadores. La comprobación de unos resultados basados en el análisis entre una bicicleta convencional de montaña y una de similares características con su conjunto de baterías, habría determinado este condicionante. Ante estas conclusiones cabría preguntarse; ¿es necesario contar con esta tecnología?

El efecto placebo en el mundo de la bicicleta eléctrica

La Universidad Brigham Young, situada en el Estado de Utah, Estados Unidos, afirma que los usuarios de una bicicleta eléctrica realizan prácticamente el mismo ejercicio físico que los usuarios de una alternativa convencional. El estudio en cuestión ha sido realizado por el Departamento de Salud Pública de dicho organismo. Para ello, se basó en modelos destinados al desempeño en la montaña.

La investigación se centró, principalmente, en la medición del esfuerzo físico. Para ello, se instalaron monitores de frecuencia cardíaca a los ciclistas mientras recorrían un mismo circuito en ambos tipos de bicicletas de montaña. Tras ello, se realizaron una serie de mediciones para determinar cuál de las 2 alternativas implicaban un mayor esfuerzo por parte de los protagonistas.

Además, se analizaron cuáles fueron las apreciaciones de los mismos tras la realización de las pruebas, algo que se contrastó después junto a la disposición de los resultados. Tras la combinación de ambas fuentes de información, se concluyó que el efecto placebo que generaba la disposición de un kit eléctrico había provocado un menor cansancio por el uso de esta tecnología.

Lo más curioso del experimento radicaba en la frecuencia cardíaca. En esta variable, se disparó entre los usuarios que disfrutaban de una bicicleta con asistencia hasta en un 94% respecto a aquellos que únicamente se desplazaban como resultado del pedaleo. Es por ello que la única explicación que se constata es achacar este fenómeno al resultado obtenido.

Una moda que ha llegado para formar parte del mercado

¿Quién no recuerda disfrutar de la clásica bicicleta con 3 platos y 7 marchas? En total, eran 27 posibles niveles de fuerza, algo que podía variar si se estaba dispuesto/a a gastar unos euros adicionales. La introducción de los conjuntos eléctricos, aparentemente, han abierto un nuevo marco comercial. ¿E prescindible esta opción? Los precios, todavía, son muy elevados.

La disposición de este nuevo estudio hace que nos tengamos que plantear si electrificar también el mercado de la bicicleta se ha convertido en algo necesario. Está ocurriendo en la industria de la automoción, en el de las motocicletas y ciclomotores y, ahora, está apunto de asaltar el de las bicicletas a gran escala. ¿Y si no fuese necesario introducir el litio en este medio de transporte?

Si echas un vistazo a los precios presentes en el mercado, los fabricantes estarían convencidos en que una nueva generación de productos es óptima y, por supuesto, necesaria. Ahora bien, ¿llegará a producirse este salto? Todo dependerá de la información disponible al usuario y, por supuesto, de las aspiraciones presentes en el mercado.

Mientras tanto, habrá que esperar un tiempo aún para conocer cuál será el futuro de las bicicletas eléctricas. Al menos, a tenor por estas conclusiones, en el segmento de las unidades de montaña, no parece que existan beneficios destacables respecto a las versiones convencionales de pedaleo.