El FBI usó el rostro de un sospechoso para desbloquear su iPhone

Los agentes del FBI necesitaban acceder al terminal para recopilar más pruebas sobre un acusado de pornografía infantil.

El FBI usó el rostro de un sospechoso para desbloquear su iPhone
El Face ID del iPhone X ha sido un recurso inmejorable para el FBI. Technology News World

Apenas ha pasado un año desde que Apple presentara ante el mundo el iPhone X, un terminal que incorporaba el interesante Face ID. El poder desbloquear el dispositivo con el rostro del usuario nos interesó a todos, aunque ya alertamos del peligro que este conllevaba.

Ahora, un año más tarde, el FBI ha aprovechado la novedad de esta herramienta para acceder al iPhone X de un sospechoso utilizando su propio rostro. Aunque Apple suele proteger al máximo la privacidad de sus clientes, un vacío legal en torno al Face ID ha permitido al FBI hacerlo sin problema alguno.

El Face ID revela al culpable

La presentación del Apple X el pasado año lanzó al aire nuevas cuestiones sobre el nivel de seguridad de los sistemas biométricos. ¿Podría una persona desbloquear el teléfono de otra utilizando solo su rostro? La curiosidad provocó que Internet se inundase de gente que intentaba falsear el Face ID del nuevo terminal de Apple.

El FBI no ha tenido que llegar a tal extremo, ya que le ha bastado el rostro del propio sospechoso para acceder a su teléfono. Todo ello ha pasado sin incurrir en ningún delito, ya que, a diferencia de las huellas dactilares, patrón o contraseña numérica, desbloquear así el teléfono aún no es ilegal.

Buena fe de ello puede dar Grant Michalski, el gran protagonista de esta historia, como relata Forbes. Este estadounidense fue detenido el pasado agosto acusado de posesión y envío de pornografía infantil. Sin embargo, el FBI no tenía pruebas suficientes contra él.

El acceso a su teléfono era clave para que la investigación continuase por buen camino. Los agentes estaban seguros de su culpabilidad, pero no podían demostrarlo ante la justicia. En ese momento, el iPhone X se convirtió en el elemento más importante del caso.

El FBI le pidió al sospechoso que pusiese su rostro delante del teléfono y así lo hizo, permitiendo el acceso de los agentes a toda la información que este contenía. Gracias al Face ID, los profesionales pudieron analizar conversaciones y otros archivos como imágenes y vídeos de cierta dureza.

Primer caso en todo el mundo

Antes de que apareciese la solución de Face ID, el FBI se encontró con un obstáculo provocado por Apple. Si el usuario quiere conectar el iPhone X con otro dispositivo para transferir datos, debe introducir la contraseña de acceso si ha pasado más de una hora bloqueado. Obviamente, los agentes no la sabían y no podían conectar el teléfono con la tecnología de análisis del FBI.

El FBI necesita el permiso del juez para obtener las contraseñas numéricas, pero no para Face ID

Esa opción para acceder a todos los datos desapareció, porque los investigadores no podían obligar al acusado a dar su contraseña y debían esperar a una orden del juez. Sin embargo, no hay nada escrito en las leyes sobre Face ID aún, por lo que esa se convirtió en la vía de acceso.

El primer análisis no fue suficiente para el FBI, que se vio obligado a pedir esa orden judicial para poder estudiar el iPhone X con más tranquilidad. Con el permiso del juez, los investigadores consiguieron el PIN y pudieron utilizar sus herramientas tecnológicas para acceder a todos los datos del terminal.

Las carencias de Apple en cuanto a seguridad

Este caso sucedido en Estados Unidos en agosto ha revelado que la seguridad de los móviles de Apple no es tan fuerte como la compañía presume. Aunque suele proteger a sus usuarios al máximo en casos legales, la presencia de Face ID deja en cierto desamparo a todos los clientes.

No solo pasa en esa situación, sino también con el uso de contraseñas numéricas o huellas dactilares por culpa de empresas como Grayshift, que aseguran que pueden desbloquear sin problemas cualquier iPhone gracias a la tecnología que desarrollan.

Estas compañías se han convertido en auténticas salvadoras para las fuerzas de seguridad, que han recurrido en varias ocasiones a su ayuda, aunque hayan tenido que desembolsar varios millones de dólares. Según explica Apple Insider, esto ha sucedido también en este caso con el FBI.

El FBI usó el rostro de un sospechoso para desbloquear su iPhone

Pese a la protección de Apple con sus usuarios, el FBI ha encontrado un vacío legal con Face ID. <a href="https://www.wired.com/" rel="nofollow" target="_BLANK">WIRED</a>

Tal y como ha relatado Steven Nolder, abogado del culpable, los agentes han recurrido a la empresa Cellebrite para intentar entrar en el iPhone X antes de pedir la orden judicial. Sin embargo, los resultados no fueron positivos y tuvo que optar por la última opción.

Recordamos la historia del iPhone implicado en el tiroteo de San Bernardino. Como informó El País en su momento, el FBI admitió que había pagado más de un millón de dólares a hackers profesionales para poder encontrar información que cerrase el caso.

No queda ahí la relación entre organismos estadounidenses y este tipo de empresas. El Servicio Secreto del país se ha asegurado el futuro al hacer un contrato de 484.000 dólares con Grayshift, mientras que el de Cellebrite asciende a 780.000 dólares. No sería de extrañar que el FBI tirase por el mismo camino y llegase a un acuerdo temporal para asegurarse el acceso a los modernos terminales.

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