Google se pone serio con los fabricantes

La compañía propietaria de Android empezará a exigir actualizaciones al día a la mayoría de empresas del sector.

Google se pone serio con los fabricantes
Google controlará las actualizaciones de sus dispositivos. Unsplash

Uno de los grandes males que siempre ha tenido el universo Android ha sido la conocida fragmentación. En un intento por llegar a la mayor cantidad de usuarios posibles, Google apostó por dejar el hardware en manos de otras compañías, en un caso contrario a lo que hizo Apple, con lo que se ha encontrado con multitud de dispositivos con versiones distintas de su software, capas de personalización horrendas y fallos de seguridad que son difíciles de tapar. Ahora es cuando la compañía norteamericana se ha puesto las pilas y empezará a obligar a sus aliados tecnológicos para que unifiquen criterios de actualización.

Contratos confidenciales

Como vivimos en la era de la exposición a los medios de comunicación, es muy complicado ocultar acuerdos secretos entre compañías. En este caso, gracias a la información que hemos podido obtener del medio de comunicación The Verge, sabemos que existen contratos entre Google y fabricantes de teléfonos móviles para proveer a estos de actualizaciones, o parches de seguridad, y así beneficiar a los usuarios.

Google quiere acabar con la fragmentación de su plataforma móvil

Esta información ha sido desvelada a raíz de la multa impuesta por la Unión Europea a Google. Esta sanción ha servido para que conozcamos que la compañía cobrará a los fabricantes, hasta 40 dólares, por incluir sus aplicaciones en los dispositivos, pero el asunto no queda ahí. Además, según los datos que hemos podido consultar en el medio de comunicación tecnológico Android Authority, sabemos que Google exigirá a los fabricantes que actualicen sus dispositivos una vez cada 90 días y que este ritmo de actualizaciones dure, mínimo, dos años en el peor de los casos.

Existe una cifra de ventas mínimas para aplicar este contrato

De momento, sabemos que este tipo de contratos empezarán a entrar en vigor en nuestro continente, pero no cabe duda de que acabarán llegando al resto del mundo antes o después. Por cierto, una de las cláusulas de estos contratos indica que los dispositivos deberán vender más de 100.000 unidades para estar sujetos a estas condiciones. Cualquier teléfono popular, por tanto, tendrá que pasar por el aro y seguir actualizando a sus usuarios, como siempre debería haber ocurrido.

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