Mastodon es la red social que está de moda en estos momentos
Con las continuas polémicas que surgen a diario en Twitter, parece que la gente ha empezado a buscar una aplicación alternativa.
Si tú también utilizas de manera habitual Twitter, como es mi caso, habrás podido comprobar que en los últimos tiempos el ambiente anda más que revuelto en una de las principales redes sociales, no sólo de nuestro país, sino a nivel mundial. Desprecios, falta de educación, noticias falsas y perfiles de dudosa procedencia han convertido a Twitter en un lugar donde vigilar los pasos a cada segundo. Es por eso que están surgiendo aplicaciones que nos permiten cambiar de perspectiva.
Mastodon pisa fuerte
En un intento por eliminar todo aquello que ha convertido a Twitter en un lugar, algunas veces, tóxico, los responsables de Mastodon proponen otro tipo de servicio, aunque pueda parecer, a simple vista, que estamos ante una revisión de la red social del pájaro azul. Tal y como explican los compañeros del medio digital The Verge, esta red social, creada por Eugen Rochko en el año 2016, está inspirada, al menos su nombre, en un conocido grupo de metal, de los favoritos de Eugen.
Lo que hace diferencial a Mastodon frente a su inspiración, Twitter, es que se define como una comunidad de código abierto, tal y como podemos leer en la información escrita en el medio de comunicación Wired. A diferencia de Twitter, aquí no existe un hilo central en el que la gente va escribiendo sus pensamientos y opiniones para que todos sus seguidores las vean. En Mastodon se crean comunidades, denominadas Instances, y cada una de ellas tiene su propio administrador y sus propias reglas. Es la actualización a nuestro siglo de los sitios web de microblogging.
En esta red social los usuarios, que pueden seguirse entre sí, tiene su propio perfil y pueden crear mensajes, con vídeos y fotografías incluidos. Los mensajes tienen un máximo de 500 caracteres y se publican en orden cronológico. No existe un servidor central en Mastodon, con lo que cualquiera puede crear uno. Como apunte final, y debido a que la red social pone a los usuarios como dueños de sus propias comunidades, ésta no puede caer en bancarrota, ni ser vendida, ni, por supuesto, ser censurada. Dadle una oportunidad y, quien sabe, quizás os olvidéis de Twitter para siempre.