La obra de arte de una inteligencia artificial vale 432.000 dólares

Si estamos acostumbrados a oír acerca de los desorbitantes precios de las subastas de obras de arte, prepárate para conocer la historia de este cuadro en particular.

La obra de arte de una inteligencia artificial vale 432.000 dólares
Este es el retrato en cuestión. Mashable

No suelo tener demasiado tiempo libre durante la semana, a veces ni el fin de semana, pero una de las últimas cosas que haría, por un tema de interés y dinero, es acudir a una subasta en uno de esos lujosos salones con gente de barbilla erguida y el dinero por castigo. Sea de la manera que sea, hemos conocido recientemente la noticia de una subasta especial, no por el contenido de las obras de arte, sino más bien por quién se encuentra detrás de su creación.

Brochazos digitales

Como puedes apreciar bajo estas líneas, el cuadro, que se supone un retrato de lo que a mí me parece Iker Jiménez, es cuanto menos de dudoso gusto. Tal y como nos informan los compañeros del medio de comunicación online Mashable, ha sido una inteligencia artificial quien ha diseñado y pintado esta pieza de arte, titulada Retrato of Edmond Belamy. Además, ha sido vendido en una de las casas de subastas más conocidas, Christie's en Nueva York, por el asombroso precio de 432.000 dólares.

El sistema inteligente ha creado una obra de arte a partir de 15.000 retratos

Sin embargo, a pesar de que la obra haya sido creada por una máquina, existe un grupo humano detrás de la misma. Obvious, un grupo de artistas, Hugo Caselles-Dupré, Pierre Fautrel y Gauthier Vernier, radicado en París, es el responsable de este curioso proyecto. Para crear este retrato, el proyecto tuvo dos partes diferenciadas. Por un lado, se añaden al sistema 15.000 retratos, que abarcan desde el siglo XIV hasta el siglo XX, para que sean aprendidos por el algoritmo. Después, un mecanismo llamado Generador crea un posible retrato. Otra herramienta, llamada Discriminador, se encarga de buscar la diferencia entre un retrato hecho por el hombre y el artificial, por así denominarlo.

La IA puede pintar, pero aún no puede maravillar con su arte

El resultado ha sido el cuadro que os mostré hace un par de párrafos. La explicación a su falta de detalles es que la inteligencia artificial se fija en características como la cara, sin preocuparse en absoluto por el resultado del conjunto, en algo que seguramente se irá mejorando a media que vaya pintando más óleos. De momento, el invento ha hecho ricos a unos cuantos artistas parisinos.

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