Así es el robot que es capaz de jugar al mítico juego Jenga

Los robots están conquistando el mundo, esta sería la mejor frase para entender qué está ocurriendo en esta fase actual. Existen múltiples líneas de investigación para contar con tecnologías aplicadas a todo tipo de soluciones. La robótica hace mucho tiempo que llegó para quedarse y, sin duda, ahora estamos valorando en qué aspectos tendrá una mayor notoriedad.

Solemos relacionar esta rama de la innovación a las alternativas disponibles en el ámbito de la industria o las que están relacionadas con los denominados prototipos humanoides. Sin embargo, muchas otras son las facetas en las que los robots y la inteligencia artificial, puede tener un gran desarrollo. ¿Y si los juegos de mesa fuesen otra de sus principales líneas de actuación?

Si en la década de los ochenta vimos cómo un ordenador ya fue capaz de ganar al ajedrez a todo un campeón en este deporte, hoy asistimos a un nuevo ejemplo de lo avanzada que está en la actualidad esta tecnología. ¿Alguna vez hubieses imaginado que un brazo mecánico podría ganar a una persona en una partida al Jenga?

Este juego de mesa es un clásico entre los clásicos. ¿Quién no ha visto cómo una torre de bloques ha terminado esparcida por doquier tras un mal movimiento del usuario? El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha conseguido crear un aparatoso robot capaz de perfeccionar sus movimientos conforme incrementa su número de horas practicando.

Veamos, por tanto, cómo funciona esta tecnología, por qué ha generado tanta expectación y, sobre todo, cómo ha sido posible conseguir una eficiencia muy alta en la práctica de este juego de mesa tradicional. ¿Estamos ante el inicio de nuevas investigaciones relacionadas con esta innovación? Su interés podría servir para aplicar conocimientos a nuevos sectores.

Así juega un brazo robótico del MIT al Jenga

Tal y como se puede leer en la descripción del vídeo que se puede ver en el canal de YouTube del MIT, este robot ha sido creado por Alberto Rodriguez y su equipo en unas instalaciones creadas a tal efecto para derivar en este resultado. Las imágenes que se muestran a continuación definen a la perfección cómo actúa esta tecnología para ofrecer un desempeño especialmente destacado.

En este juego, para los más despistados, se deben retirar bloques de madera con el objetivo de que no se derrumbe la torre. La pieza retirada se debe incluir de nuevo en la parte superior, contribuyendo así a una inclinación de la misma. Con el paso de las jugadas, esta se vuelve más inestable, por lo que termina siendo muy difícil extraer bloques sin riesgo de caída.

Según se puede observar en las imágenes anteriores, la inteligencia artificial que posee el brazo robótico le permite escoger la que dispone de un menor riesgo de derrumbe. De esta forma, actúa en consecuencia, otorgándose unas mayores probabilidades de éxito en cada una de las jugadas. Ahora bien, ¿por qué con el paso del tiempo obtiene un mejor resultado?

Para entender este procedimiento, es necesario recurrir al autoaprendizaje, una de las cualidades que mejor definen a toda inteligencia artificial. La acumulación de resultados continua permite un mejor desempeño en actuaciones futuras, algo que ya está produciéndose por la gran variedad de pruebas realizadas en el pasado.

Un avance que lo hace converger respecto al desempeño del ser humano

Las imágenes ofrecidas anteriormente fueron publicadas en enero de 2019. Sin embargo, se desconoce si se ha conseguido mejorar el rendimiento de una persona en la práctica del juego. Aun así, todo parece indicar que, si todavía no se ha conseguido, se logrará. Al fin y al cabo, esta tecnología mejora a base de nuevas pruebas. Eso sí, ¿dónde reside su ventaja competitiva?

Una de las principales claves de esta innovación reside, principalmente, en la inclusión de una apuesta determinada. Una vez tomada la decisión de retirar una cierta pieza, el brazo mecánico actúa en consecuencia sin titubear. Esto es muy importante, ya que la duda es una de las principales razones que pueden dar lugar a movimientos erráticos.

En relación a las posibles implementaciones de esta tecnología, no se ha podido saber por qué el MIT ha apostado por esta tecnología. Sin embargo, el autoaprendizaje podría aprovecharse para ofrecer una cobertura en aquellos espacios que requieren de un enfoque especial. ¿Podría ser, por ejemplo, la desactivación de bombas una de sus principales áreas de actuación potenciales?

Es pronto para saberlo. Mientras tanto, este sistema seguirá mejorando con un objetivo; crear una máquina que podría llegar a ganar cualquier partida al Jenga, algo que ya se ha visto en otros muchos juegos.