Así contribuirán los robots a eliminar la presencia de especies invasoras en el mar

Las especies invasoras, dado el cambio climático o la influencia del ser humano en los ecosistemas, está haciendo desaparecer millones de animales cada año en todo el mundo. El número de las que deben criarse en cautividad crece al mismo ritmo que las que son catalogadas como en peligro de extinción. ¿Qué solución puede haber al respecto?

Este fenómeno natural, en muchas ocasiones inducido por la huella humana, podría tener una solución de la mano de la tecnología robótica y la inteligencia artificial. ¿Cómo podría utilizarse estas 2 ramas básicas de la innovación para acabar con un problema que está saturando ya algunos parajes naturales?

Según se puede leer en Engadget, una nueva tecnología experimental podría contribuir a la captura de las especies invasoras, las cuales son, en muchos casos, peligrosas también para el ser humano. La conclusión de un nuevo proyecto robótico podría dar respuesta a un problema que se ha posicionado como uno de los más urgentes en cuanto a reservas de fauna y flora.

Tal y como indica el portal citado anteriormente, esta solución experimental podría servir para proteger múltiples arrecifes de coral que están viéndose amenazados por la presencia del conocido como pez León, uno de los más temidos de los océanos dada su peligrosidad para cualquier otra especie del medio marino.

Esta especie está acabando con algunos de los animales que tradicionalmente han basado su supervivencia al mantenimiento del arrecife, provocando un deterioro en estas zonas clave. Los estudiantes investigadores en el Instituto Politécnico de Worcester, en Estados Unidos, a modo de acabar con este problema, han basado su estudio en 2 proyectos separados.

Una tecnología que combina la robótica y la inteligencia artificial

La disposición del pez León en los arrecifes de coral está afectando gravemente a las condiciones de supervivencia de muchas otras especies. Su captura a través de los medios tradicionales es muy difícil por la toxicidad del veneno que transmite por todo el cuerpo al contacto. Por ello, es necesario el uso de medios como el protagonista del artículo para evitar su aparición.

observando la imagen anterior, se puede destacar cómo la disposición de una serie de dardos, por llamarlo de alguna manera, es lo que se usaría en cada intervención. Dada la fabricación con el uso de materiales adecuados, se podría determinar la muerte de cada ejemplar al contar con una alta flotabilidad.

Este proyecto todavía está en desarrollo, ya que se espera que pueda descubrir nuevos miembros de esta especie de manera autónoma. Debido a sus colores llamativos, el equipo de investigadores cree que no debería ser muy difícil encontrar otras unidades a través del análisis de miles de imágenes. La inteligencia artificial, como ves, tendrá un papel clave en esta tecnología.

Ahora bien, ¿qué es lo que todavía falta por mejorar? Sin duda alguna, la principal dificultad de este trabajo es que cuenta con 2 vertientes completamente diferenciadas. Por un lado, una unidad robótica capacitada para realizar la función para la que se ha creado y por otra, la opción que le permitirá el movimiento.

Un concepto que tendría repercusión en otros mercados

Hace tan solo unos días te mostramos cómo los drones ya contribuyen al desarrollo de tecnología para evitar la caza y pesca furtiva. Esta nueva solución permitirá de manera autónoma garantizar que los peces León no invadan zonas en las que puedan interferir sustancialmente en el desarrollo del ecosistema. Por el momento, esta innovación solo está pensada para esta especie, pero lo cierto es que se han abierto nuevas vías.

La captura del pez León por usos tradicionales puede ser peligroso para el ser humano. <a href="https://www.vice.com" rel="nofollow" target="_BLANK">Vice</a>

Con esta tecnología surcando la costa y, más especialmente, los arrecifes de coral, podría hacer posible un control de este ecosistema sin necesidad de tener que contar con medios humanos en todo momento. Por ello, esta solución podría encontrar otros nuevos usos parecidos adaptándolos a otras especies invasoras.

No obstante, es pronto para asegurarse una fructífera conclusión. Todavía no se ha podido comprobar su eficiencia, ya que esta solución aún se encuentra en una fase de desarrollo. Los próximos meses servirán para entender si es posible una implementación en el medio plazo o si, por el contrario, no se consigue adaptar a las necesidades que se busca cubrir.

Mientras tanto, nuevas especies invasoras saltan a nuevos ecosistemas afectando gravemente a los huéspedes que durante tantos años han permanecido plácidamente. Esperemos, por otro lado, que la implicación del ser humano y las condiciones climáticas puedan contribuir, o al menos, tener una menor incidencia, en la realización de este fenómeno.