Acabamos de verlo y nos ha entusiasmado: así es el campo magnético del Sol en movimiento

La sonda Solar Orbiter de la ESA capta cómo el campo magnético del polo sur solar se desplaza más rápido de lo previsto, revelando un nuevo misterio sobre el ciclo magnético de nuestra estrella

Acabamos de verlo y nos ha entusiasmado: así es el campo magnético del Sol en movimiento
Vista del campo magnético solar desde la dirección del Observatorio de Dinámica Solar
Publicado en Ciencia

Nuestra estrella tiene un ritmo tan preciso como imparable. Sabemos que su actividad magnética alcanza un máximo aproximadamente cada once años, que está marcado por dos enormes corrientes de plasma que giran en sentidos opuestos, una en cada hemisferio. En la superficie, ese flujo transporta las líneas del campo magnético desde el ecuador hasta los polos. En el interior, el plasma regresa hacia el ecuador, cerrando un ciclo gigantesco que regula la vida magnética del astro rey. Pero, ¿cuál es la pieza esencial de este mecanismo?

El Sol y su campo magnético polar en movimiento

Recientemente, gracias al artículo publicado en la revista científica The Astrophysical Journal Letters, hemos podido adentrarnos en los secretos del mecanismo magnético del Sol. Y parece que son los polos solares, inaccesibles desde la Tierra por nuestra limitada perspectiva de observación, eran sus guardianes. Ninguna misión, hasta el momento, había conseguido observarlos con detalle. Sin embargo, la sonda Solar Orbiter acaba de ofrecernos el primer retrato del campo magnético del polo sur solar en movimiento.

La nave, que fue lanzada en el año 2020 y forma parte de una misión de la Agencia Espacial Europea, comenzó este año a salir del plano orbital de los planetas, alcanzando una inclinación de 17 grados. Esto, que puede sonarte a chino, le ha permitido asomarse mejor a las regiones polares de nuestra estrella. Gracias a dos instrumentos de alta precisión que incluye, tanto el PHI como el EUI, un grupo de científicos del Instituto Max Planck para la Investigación del sistema solar han podido analizar los datos obtenidos entre el 16 y el 24 de marzo, obteniendo, por primera vez, una vista clara de los flujos de plasma y del campo magnético del polo sur.

Imagen de la red magnética de la superficie solar

Imagen de la red magnética de la superficie solar

Los resultados, tal y como están descritos en un reciente comunicado publicado en la página web del Instituto Max Planck para la Investigación del sistema solar, muestran con gran detalle un patrón llamado supergranulación solar: enormes burbujas de gas caliente, unas dos o tres veces más grandes que la Tierra, que se mueven constantemente sobre la superficie del Sol. Al desplazarse, estas burbujas empujan las líneas del campo magnético hacia sus bordes, creando una especie de red invisible de magnetismo que organiza y da forma a la actividad del Sol.

El equipo liderado por Lakshmi Pradeep Chitta, autora principal del estudio, ha observado que el campo magnético del Sol se mueve hacia el polo sur más rápido de lo que se pensaba, a una velocidad de entre 10 y 20 metros por segundo. Antes se creía que en los polos ese movimiento era mucho más lento, pero los nuevos datos muestran que va casi igual de rápido que en otras zonas del Sol. Esto podría significar que la circulación del campo magnético por toda la superficie solar es más uniforme de lo que los científicos imaginaban.

Pero, ¿esto que implicaciones tiene? Los investigadores aseguran que si este cinturón transportador del Sol no se ralentiza en los polos, los modelos actuales del ciclo magnético, ese pulso de once años que rige la aparición de manchas, llamaradas y eyecciones coronales, tendrán que revisarse. Lakshmi Pradeep Chitta afirma: "Los supergránulos en los polos actúan como una especie de trazador. Hacen visible por primera vez el componente polar de la circulación global del Sol, que dura once años".

Aun así, los científicos involucrados en esta investigación son prudentes. Los datos obtenidos representan solo una instantánea de un ciclo solar completo. Ahora, lo que hay que hacer es esperar a nuevas observaciones prolongadas para confirmar si el Sol mantiene ese ritmo acelerado en sus misteriosos polos o si solo hemos presenciado una de sus fugaces excentricidades magnéticas. Sea como sea, gracias a misiones como la Solar Orbiter podemos entender más al astro rey.

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