Acaban de grabar por primera vez a dos ballenas asesinas besándose (y con lengua)
Las "ballenas asesinas" también tienen tiempo para el "amor" o al menos eso ha grabado un grupo de científicos: dos orcas dándose un beso con lengua

El vasto océano sigue guardando incontables secretos bajo su superficie. A pesar de décadas de investigación, el comportamiento de muchas especies marinas, especialmente los grandes cetáceos, permanece envuelto en un halo de misterio y descubrimiento constante. Cada inmersión puede revelar algo nuevo sobre la vida que bulle en sus profundidades. Entre estos gigantes, las orcas (Orcinus orca) destacan por su compleja estructura social y su inteligencia.
A veces, son las observaciones más inesperadas, capturadas por casualidad, las que ofrecen un vistazo fugaz pero profundo a aspectos desconocidos de su repertorio conductual, cambiando lo que creíamos saber sobre estas fascinantes criaturas.
Un vistazo inédito a la intimidad de las orcas salvajes
Por primera vez, investigadores han logrado documentar un comportamiento social raramente visto en orcas: un gesto que se asemeja mucho a un "beso" con contacto de lengua, capturado en ejemplares salvajes. El descubrimiento se realizó fortuitamente en el fiordo de Kvænangen, Noruega, durante una inmersión de snorkel en octubre de 2024, de acuerdo con un artículo de National Geographic.
Las imágenes, grabadas con una cámara GoPro a poca profundidad, muestran a dos orcas adultas participando en un contacto oral suave y prolongado cara a cara. La interacción duró casi dos minutos y se dividió en tres momentos distintos de "mordisqueo de lengua" o tongue-nibbling, un gesto que parece coordinado e intencional, muy diferente a una interacción agresiva o casual.
Besos entre orcas
— Tay (@BioTay) July 6, 2025
Han grabado por primera vez en orcas en libertad el ritual de morderse la lengua. Solo se conocía en orcas cautivas y se cree que serviría como ritual de reconciliación.
Esto confirma que no es un artefacto de la cautividad
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La relevancia de este hallazgo radica en que este tipo de comportamiento, el mordisqueo de lengua, apenas se había observado antes, y casi exclusivamente en orcas bajo cuidado humano en contextos controlados como zoológicos o parques marinos desde hace una década. Su documentación en libertad sugiere fuertemente que no es una conducta inducida por el cautiverio, sino parte del repertorio conductual natural e innato de la especie.
Publicado en la revista Oceans, este registro fortuito abre nuevas vías para comprender la complejidad social y emocional de las orcas. Aunque la función exacta de este gesto aún requiere más investigación (podría ser afiliativo, juego o incluso acicalamiento), su existencia en poblaciones salvajes subraya la profundidad de sus interacciones y valida la importancia de las observaciones en diversos entornos para descifrar su etología completa.