Añadir sal al café suena asqueroso, pero podría ser mejor opción que el azúcar: esto es lo que dice la ciencia

Si creías que esto únicamente se hacía con gente que se había pasado con la bebida, no eres el único.

Añadir sal al café suena asqueroso, pero podría ser mejor opción que el azúcar: esto es lo que dice la ciencia
Añadir un poco de sal al café hará que cambie una de sus propiedades. Unsplash
Publicado en Ciencia

Existen pocas cosas que la mayoría de los ciudadanos del mundo compartamos y una de ellas es el café. Anteriormente, te hemos hablado acerca de cafeteras superautomáticas y de las famosas cafeteras de cápsulas, pero en esta ocasión, sea cual sea la manera en que te tomes tu café, te mostraremos una tendencia que se está propagando por la red y amenaza con volverse viral.

Es una práctica muy extraña, pero parece que tiene un motivo de peso detrás

Podría parecer que estamos descubriendo uno de los secretos del universo, pero el truco que te contaremos en esta ocasión ya había sido publicado en la revista científica PNAS décadas atrás en el tiempo. Simplemente tienes que añadir una pizca de sal a tu café y el amargor característico de este brebaje caerá en picado. Así que si te gusta su aroma, pero su sabor te echa para atrás, quizás la sal era la solución que no sabías que necesitabas.

No se sabe a ciencia cierta cuáles son los motivos verdaderos que hacen que la sal enmascare el sabor amargo, pero un estudio publicado por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos afirma que la sal es capaz de desencadenar los procesos que nos hacen sentir el sabor ácido y amargo.

Se ha comprobado que añadir sal a un componente donde el dulce y el amargo están presentes, hace que el sabor dulce se realce, mientras que el amargo quede apagado. Eso sí, no ocurre el caso contrario, dado que el componente amargo no hace que el sabor salado deje de estar presente. Es por ello que si quieres probar el truco del café, tienes que tener cuidado con la sal que depositas en la taza o de lo contrario tendrás el café salado que nadie quiere probar.

De sobra es conocida la propiedad potenciadora de sabor que tiene la sal en el mundo gastronómico, aunque en este caso suceda lo contrario, ya que ésta consigue que el café sepa un poco menos amargo. De hecho, según la información publicada en la página web Military, durante la Segunda Guerra Mundial, los soldados norteamericanos afirmaban que el agua salada, dado que no podían desalarla correctamente, hacía que el café no estuviese tan amargo.

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