Ann Elizabeth Fowler, la estadounidense que se hizo famosa sin quererlo. Todo lo que hizo fue ser golpeada por un meteorito
La vida de la protagonista de nuestra historia dio un giro de 180º tras sufrir el golpe que cambió la rutina de su vida familiar
Seguro que si uno se para a pensar durante un momento en gente que busca el reconocimiento social y la fama se le ocurren varios nombres. En ocasiones la gente es capaz de cualquier cosa con tal de tener aquellos 15 minutos de fama a los que hizo referencia el artista estadounidense Andy Warhol y que por ejemplo a Elon Musk se le quedan cortos.
En el otro lado de la balanza tenemos a gente que se encuentra con una atención desmedida sin comerlo ni beberlo, simplemente por estar en el momento y lugar en que sucede algo extraordinario y único. En ese grupo podemos incluir a Ann Elizabeth Fowler Hodges, que vio cómo su tranquila vida en Sylacauga, condado de Alabama, cambiaba durante una apacible siesta por culpa de un meteorito. El último del que se tiene constancia es este que está en el radar de los expertos.
Primera persona documentada en ser golpeada por un meteorito y sobrevivir
En este caso todo comenzó pasado el mediodía del 30 de noviembre de 1954, con la señora Hodges descansando en el sofá de su casa sobre las 14:00. En ese momento irrumpió con violencia en el salón de la vivienda uno de los tres trozos en que se había fragmentado el meteorito que cayó sobre Sylacauga, dejando una abertura en el techo de la casa de los Hodges de casi un metro de diámetro y un hematoma en la parte superior del muslo y en la mano de Ann Elizabeth.
El impacto fue notable, como lo fue la sorpresa que causó el acontecimiento a la víctima y a su madre, que en un primer momento pensaron en un colapso de la chimenea como causa del suceso por la cantidad de polvo y escombros que había en el ambiente. Cuando madre e hija vieron la roca optaron por lo que haría cualquier estadounidense: llamar a la policía y a los bomberos. Al día siguiente y ya con su marido en casa, se decidieron a acudir al hospital, más por el nerviosismo que por el golpe recibido.
Y aquí es donde comenzó el camino nada deseado de la fama para Ann Elizabeth Fowler Hodges, ya que tuvo que afrontar cómo 200 periodistas la esperaban a la puerta de su casa para preguntarle por el accidente con el meteorito, bautizado como Fragmento de Hodges. De hecho, su exmarido Eugene Hodges, afirmó que el comportamiento de su mujer se trastocó tras el accidente, que le causó ansiedad social y un trastorno de estrés postraumático.
Rencillas y hasta una puja por hacerse con los restos del meteorito
La propiedad del meteorito fue objeto de disputa entre la familia Hodges, miembros de la base aérea de Maxwell que pretendían confiscarlo, el alcalde de la localidad que quería donarlo al Museo de Historia Natural de Alabama y la dueña de la casa, a quien finalmente le compraron el meteorito los Hodges por 500 dólares. No sería de extrañar que el dinero fuera el desencadenante de más discusiones de la pareja dado que según ha apuntado Eugene Hodges llegó a declinar ofertas para venderlo de 5.500 dólares para que finalmente la que por entonces era su mujer lo vendiera al Museo de Historia Natural de Alabama por tan solo 25 dólares.
Nunca sabremos qué llevó a Ann Elizabeth Fowler a desprenderse de aquel fragmento, aunque tal vez lo hiciera queriendo cerrar un episodio para nada deseado y que la puso en boca de todo un país al tratarse de la primera persona con evidencias de haber sido golpeada por un meteorito. Sea como sea, el Fragmento de Hodges siempre llevará su legado.