La muerte llegó por apiterapia
Una polémica técnica terapéutica que utiliza a las abejas, se ha cobrado la primera víctima mortal en España.

Es bastante triste tener que hablar de muertes en una página web de divulgación tecnológica y científica como Urban Tecno, pero existen ocasiones en que los resultados de ciertos tratamientos desembocan en trágicos sucesos. Si quieres conocer qué técnica se esconde tras este horrible episodio y qué dice la ciencia acerca de la misma, continúa con este artículo.
La cultura de las abejas
Las modernas medicinas, producto del estudio y la investigación de geniales científicos, no son más que una mezcla controlada de condimentos químicos que nosotros, como obedientes ciudadanos, nos metemos en el cuerpo porque nos duele aquí o allí y, además, porque un doctor ha decidido que así sea. Sin embargo, la cultura de la sanación, que ha perdurado durante siglos entre aquellos que han seguido un camino médico distinto al habitual, tiene muchos adeptos en la actualidad.
La apiterapia resulta muy beneficiosa para el organismo
Una de las técnicas más curiosas que utilizan seres vivos para mejorar nuestra salud es la apiterapia. Según la información que puede consultarse en la Wikipedia, ya que no he conseguido encontrar ningún otro lugar con el rigor científico suficiente, este tratamiento utiliza el veneno de la abeja de una manera terapéutica. También se puede englobar en esta técnica la ingesta de miel, polen, jalea real o propóleo con fines preventivos.
No es ninguna novedad hablar de la utilización de estos pequeños, y muchas veces molestos, insectos para mitigar ciertos dolores. De hecho, ayudan a nuestro sistema a estar más despierto, generan alivio en personas con problemas inflamatorios y, por ejemplo, apaciguan los problemas derivados de la artritis. De todas maneras, todas estas sanaciones, por llamarlas de alguna manera, son simplemente eso, ayudas para combatir problemas menores.
Internet ayuda a difundir falsas creencias y curaciones milagrosas
La realidad, al menos hasta donde nosotros podemos conocer, es que no existen estudios que hayan profundizado en la utilización del veneno de abeja para tratar asuntos más delicados. De todas maneras, internet es un lugar donde las opiniones son tan libres como el respirar. Solamente necesitas entrar en tu buscador preferido y rastrear cierta información acerca de la apiterapia para ver la cantidad de personas que afirman sentirse mejor gracias a la mágica sustancia de este animal.
Casos como el que nos presentan Maite y Enrique en el diario digital El Mundo, nos muestran cómo esta pareja está consiguiendo domar a la terrible esclerosis múltiple. Esta enfermedad neurológica, de terribles consecuencias para los afectados, parece ser que está siendo controlada gracias a los pinchazos que le proporcionan a Maite las abejas. Los efectos del veneno, según palabras de Enrique, son extraordinarios. En sus propias palabras:
Según unos estudios, es 100 veces más potente que los corticoides. Como analgésico es 80 veces más potente que la morfina, es un eficaz antibiótico y es un inmunoregulador que actúa directamente sobre el sistema inmune.
A pesar de que existan casos reales, en los que ciertas personas hayan podido ver mejorada su calidad de vida, aún es muy pronto para hablar de una técnica milagrosa o eficaz. Los estudios rigurosos, que hablen del nexo de unión que existe entre el veneno de las abejas y la curación de ciertas enfermedades, aún brillan por su ausencia. No obstante, hay que reconocer que, ante la multitud de casos publicados, esta técnica presenta múltiples beneficios para nuestra salud.
Un caso mortal
Hace relativamente poco hemos conocido, gracias a un estudio publicado por el Servicio de Alergias del Hospital Universitario Ramón y Cajal, que una paciente española ha muerto debido a la aplicación de la apiterapia, en concreto, debido a la utilización de esta técnica junto con la acupuntura. Una mezcla que, en esta ocasión ha resultado mortal, para una mujer de 55 años que había estado acudiendo a sesiones de apiterapia, cada cuatro semanas, durante dos años.

Este es el aguijón de la abeja. Scoopnest
Los motivos para que la mujer acudiese al tratamiento, tal y como relata el documento, eran tan simples como el tratamiento del estrés y ciertas contracturas musculares. Por lo demás, no tenía ningún tipo de antecedente por problemas de salud. En la última sesión, la mujer comenzó a sentirse mareada y acabó perdiendo la consciencia. Durante el traslado en la ambulancia, su ritmo cardíaco se recuperó, aunque tuvo que ser intubada. Semanas después, lamentablemente, la mujer falleció, víctima de un fallo multiorgánico.
Los tratamientos médicos deberían ser zona exclusiva de profesionales
A pesar de que éste, seguramente, sea un caso aislado. Es conveniente ponerlo de manifiesto para que todas y todos lo tengamos en cuenta y no creamos a pies juntillas cualquier información de curaciones milagrosas que la red nos ofrece. A pesar de que muchos médicos puedan equivocarse en sus diagnósticos, la realidad es que ellos son los verdaderos artífices de nuestras curaciones. Los milagros deberían quedar en épocas pasadas, porque al fin y al cabo, la fe que mueve montañas está dentro de nosotros.