La contaminación no solo daña tu salud, también corrompe tu alma

¿Vives en una zona contaminada? ¿Tienes problemas respiratorios por la polución? También tu salud mental podría desequilibrarse con la contaminación.

La contaminación no solo daña tu salud, también corrompe tu alma
Skyline de Madrid, un día cualquiera. Andro4All

La contaminación en las grandes ciudades es un problema más serio de lo que crees. Tanto es así, que en días de altas concentraciones el ayuntamiento de Madrid prohibirá la circulación de los coches antiguos (menos eficientes y que generan más emisiones) por la ciudad, como informa El País.

La contaminación atmosférica afecta a tu salud física y psicológica

Y es que los skyline de las grandes urbes del planeta han perdido su halo romántico en pro de un sombrero de contaminación muy poco atractivo y nada saludable. La contaminación atmosférica presenta serios problemas para la salud, especialmente para el aparato respiratorio, pero un estudio reciente de la Columbia Business School de Nueva York la ha vinculado también con la tendencia a cometer delitos y engañar, según detalla el Daily Mail.

Solo en las grandes ciudades del Reino Unido y de Estados Unidos viven 40 y 142 millones de personas respectivamente, y según los investigadores la contaminación atmosférica ha podido inducir a aumentar los ratios de criminalidad en esas regiones.

De acuerdo con los científicos que han llevado a cabo este estudio, se debe a que la polución nos convierte en personas más ansiosas, lo que actúa como detonante de comportamientos poco cívicos.

Entre los contaminantes presentes en el aire de cualquier núcleo urbano se encuentran estos sospechosos habituales: monóxido de carbono, materia particulada, dióxido de nitrógeno, dióxido de azufre y ozono.

¿Induce la contaminación a la delincuencia?

Para realizar este estudio, se examinó la polución y el ratio de delitos de 9.360 ciudades norteamericanas durante 9 años. Entre las conclusiones resultantes al cruzar ambos datos se encontraba que cuanta más polución tenía una ciudad, mayor índice de criminalidad había en ese núcleo urbano.

Además, este hecho era cierto independientemente de otros factores potenciales como la población total, el número de agentes de la ley, los niveles de pobreza, desempleo y multiculturalidad.

El Dr. Jackson Lu, investigador principal, ha explicado:

Esta investigación revela que la contaminación atmosférica tiene costes potenciales éticos que van más allá de su demostrado daño a la salud y el medio ambiente. Es un hallazgo clave porque la polución es un problema serio global que afecta a millones de personas.

Tras la primera serie de experimentos, los científicos intentaron encontrar una relación directa entre el comportamiento de la población y la polución simplemente mostrándoles un par de fotos. En una de ellas se veía una escena limpia, mientras que en la otra era un área contaminada.

Preguntándoles cómo sería su vida allí, la ansiedad era mayor cuando les tocaba hablar de la zona contaminada. No obstante, algunos siguieron prefiriendo la gran ciudad. Pero los investigadores fueron más allá y en otra prueba, trucaron el ordenador para probar la "decencia" de los 256 participantes.

Básicamente se les explico que debido a un fallo de software, si pasaban el ratón por encima del cajetín de respuestas de un cuestionario, obtendrían la respuesta correcta. Aquellos que eligieron vivir en un área contaminada a pesar de todo, eran más susceptibles de intentar ganar a la máquina haciendo trampa.

El Dr. Lu insiste en la importancia de la contaminación, no solo por nuestra salud física, sino también en cómo nos deteriora como personas:

Nuestros descubrimientos sugieren que la polución del aire no solo corrompe la salud de la gente, sino que también contamina la moralidad.

Su estudio se ha publicado en la revista divulgativa Psychological Science, donde además podemos conocer otros experimentos de lo más variado en cuanto a origen y nivel de los participantes con un nexo en común: aquellos que eligen la ciudad, son los que más mienten.

Así, se analizaron las mentiras en unas pruebas realizadas a estudiantes universitarios estadounidenses y con técnicas de persuasión llevadas a cabo por adultos en la India. En ambos casos, el mismo resultado: los que vivían en la ciudad eran menos honestos.

De forma general, también se expresan con más ansiedad. Así que no solo por salud física o por frenar los efectos del cambio climático, sino también por lograr una sociedad menor, es necesario reducir la contaminación.

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