Descubren una consecuencia inesperada del cambio climático: nos hace envejecer. La cuestión está en el aumento de temperatura

Todos conocemos los efectos que el cambio climático tiene en el planeta. Uno de los más destacados es el aumento global de las temperaturas, algo que repercute en muchos ecosistemas, incluso en mares, océanos o glaciares, pero que también provoca cambios internos en el ser humano. Si has pasado por una ola de calor fatigado y otro tipo de síntomas, lamentamos comunicarte que ese es uno de los efectos menos destacados de un aumento de la temperatura. Ahora te lo explicamos.

El cambio climático y el envejecimiento de la población

Envejecer es un proceso que todos los organismos vivos, incluido el ser humano, tiene que llevar a cabo. Sin embargo, no todos envejecemos de la misma manera y al mismo ritmo. Tanto la genética como factores externos tienen mucho que decir a la hora de entender el envejecimiento en nuestra especie. El calor, por entrar en materia, es uno de esos factores.

Sabemos que el calor extremo es capaz de provocar la muerte de una persona, pero, en realidad, el calor pude provocar efectos a más largo plazo. Un calor sostenido es capaz de generar mayor estrés en nuestro organismo y provocar que algunos de sus procesos sean menos eficientes. Lo que científicos de la Universidad de Melbourne y de la Universidad de Monash quieren contarnos, en un reciente artículo publicado en The Conversation, va por esa línea: el calor pervierte nuestro organismo y acelera el envejecimiento.

En un reciente estudio publicado en la revista científica Science Advances, a cargo de investigadores de la Universidad del Sur de California, empezamos a explorar lo que se conoce por envejecimiento epigenético. Pero, espera. Antes de entrar en el estudio, creo que merece la pena aclarar algún que otro concepto.

Sabemos que los genes, a no ser que ocurra alguna mutación, no varían durante nuestra vida. Lo que sí puede cambiar es la manera en que se expresan, es decir, que mientras que ADN permanece intacto, las células pueden activar o desactivar genes dependiendo de factores como el estrés. Es aquí donde entra el concepto de epigenética, es decir, el estudio de los mecanismos que regulan la expresión de los genes por la edad o factores externos.

Volviendo al estudio estadounidense, los investigadores utilizaron a 3.700 personas, con una media de edad de 68 años. Después de obtener muestras de sangre, midieron "cambios epigenéticos en miles de lugares del genoma". Fue a partir de estas mediciones cuando obtuvieron lo que han denominado "tres relojes biológicos" y cuando pudieron medir el impacto del calor en sus organismos.

Lo que descubrieron fue que en uno de esos relojes biológicos, la edad se incrementó en 2,48 años debido al intenso calor al que estaban expuestos los sujetos. Esto se refiere a un período de 6 años de estudio, con lo que durante esos 6 años, en lugar de envejecer el mismo período de tiempo, habrían envejecido 8,48 años.

Por el momento, harán falta más investigaciones similares para comprender el efecto del calor, por tanto del cambio climático, en nuestro organismo, y conocer las medidas que podemos adoptar para no exponernos a un cambio epigenético de dimensiones aún desconocidas.