Digno de un película de aventuras: un fontanero descubre de casualidad un mensaje embotellado de hace 135 años

Descubren una curiosa nota del año 1887 dentro de una botella escondida bajo una baldosa.

Digno de un película de aventuras: un fontanero descubre de casualidad un mensaje embotellado de hace 135 años
Esta botella contenía un mensaje guardado durante 135 años. Imagen: Edimburgh Live
Publicado en Ciencia

Seguro que alguna vez lo has visto en alguna película. El clásico envío de mensajes incluidos en el interior de botellas de vidrio era una práctica para comunicarse. Es cierto que no había esperanzas de que llegasen a un receptor en particular, pero sí era algo bastante común antes de que apareciesen los primeros medios de comunicación a distancia. La inmensa mayoría de mensajes no llegaba a un destinatario concreto debido a la fuerza de la naturaleza, pero había algunas ocasiones que sí era recibido en la otra parte del mundo.

Ahora bien, ¿y si se utilizase esta forma de comunicación para guardar un mensaje en plena construcción de un edificio? Esto es justo lo que ha podido comprobarse recientemente. En la construcción de una edificación, ha sido bastante común que obreros que fumasen dejasen alguna que otra colilla tras las paredes. Al fin y al cabo, ¿quién iba a descubrirlas? Un fontanero acaba de descubrir, tras abrir un agujero en una pared, una botella de vidrio con un mensaje que data del año 1887.

Veamos, por tanto, qué se esconde detrás de este descubrimiento, cuál es el mensaje que había incorporado en el interior de la botella y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante un hallazgo único. ¿Quién sabe si en la casa en la que vives guarda algún que otro mensaje como el encontrado durante estos días? He aquí las claves de esta curiosa historia.

Descubren una botella de vidrio con un mensaje oculto tras 135 años

Peter Allan, de 52 años, fue la persona que realizó el agujero que permitió el hallazgo. Una posible avería en el sistema de cañerías hizo posible el descubrimiento de esta curiosa botella. Lo que llamó la atención era la presencia de una nota en su interior, algo que se ha visto más comúnmente en las áreas costeras. El problema es que el tapón, al intentar abrir, estaba atascado. Por ello, se tuvo que romper el cristal para poder tener acceso a la información que había en su interior.

De acuerdo con la información proporcionada al caso por la BBC, la nota era sencilla y con muy poco texto. Sin embargo, definía a la perfección hasta qué punto se trataba de un tesoro. Al fin y al cabo, estaba firmada por 2 personas que estuvieron al tanto de la construcción como operarios, los cuales respondían a los nombres de James Ritchie y John Grieve. Así lo dejaron firmado en la nota escondida en la botella.

James Ritchie y John Grieve pusieron esta baldosa, pero no bebieron el whisky. 6 de octubre de 1887. Quien encuentre esta botella puede pensar que nuestro polvo está soplando a lo largo del camino

Tras el increíble hallazgo, se llevaron a cabo investigaciones por parte de la familia propietaria de la casa. Teniendo en cuenta la nota publicada, se acudió al Registro Civil de la zona para comprobar si, simplemente eran obreros que habían sido desplazados para trabajar en la construcción o si, por el contrario, habían sido vecinos. Efectivamente, se pudo comprobar cómo en el censo del año 1881 habían vivido en el área de Newington, en Edimburgo.

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