Dos lunas de Marte tienen en vilo a la comunidad científica: podrían independizarse del planeta o poner en jaque su superficie

Si no conoces las peculiares características de Fobos y Deimos, ahora las repasamos brevemente

Dos lunas de Marte tienen en vilo a la comunidad científica: podrían independizarse del planeta o poner en jaque su superficie
Ilustración de la NASA donde se muestra Marte junto con Fobos y Deimos
Publicado en Ciencia

Marte empieza a obsesionar a muchos científicos en la Tierra, no solo porque cada vez estamos más cerca de poner un pie en su superficie, al menos más cerca que a finales del siglo pasado, sino porque hemos enviado diferentes vehículos a explorar la superficie del planeta rojo y cada vez conocemos más detalles sobre nuestro vecino de sistema solar. Sin embargo, ¿sabías todas las curiosidades que rodean a sus dos lunas? Ahora te explicamos algunas y te contamos cómo es posible que estas puedan ser o una amenaza o un satélite preparado para abandonar su órbita.

Navegando entre Fobos y Deimos

Allá por 1887, el astrónomo Asaph Hall descubrió las dos lunas de Marte desde el telescopio del Observatorio Naval de Estados Unidos. A partir de entonces, muchos astrónomos y científicos han dedicado años de su vida a su estudio, mostrándonos cómo son estas lunas, de dónde proceden o cuál puede ser su destino final. En primer lugar, habría que destacar que Fobos mide unos 22 kilómetros de diámetro y Deimos unos 12 kilómetros. A diferencia de nuestra Luna, que tiene alrededor de 3.475 kilómetros de diámetro, ambos satélites podrían caber sin problemas en el centro de Madrid.

A pesar de que hablamos de satélites, parecen tener muchas más características en común con los asteroides, dado que poseen formas irregulares y están repletas de cráteres. De hecho, una de las teorías acerca de su origen indica que podrían haber sido asteroides procedentes del cinturón de asteroides o, incluso, que hayan llegado del sistema solar exterior. Hablamos de cuerpos que no poseen atmósfera, ni vulcanismo ni tectónica, con superficies recubiertas con regolito, el fino polvo creado por impactos previos.

Sabemos que Fobos se acerca a Marte a razón de unos 2 centímetros cada año, con lo que los cálculos indican que entre 30 y 50 millones de años esta luna acabará por desintegrarse y formar un anillo alrededor del planeta. Otras teorías sugieren que podría superar esa desintegración y caer a la superficie de Marte. Lo que sí sabemos seguro es que la órbita de Fobos es tan extraña, que sale por el oeste y se pone por el este, al contrario que el Sol, mientras que da una vuelta alrededor de Marte en tan solo 7 horas y 39 minutos.

En el caso de Deimos, que tarda unas 30 horas en orbitar el planeta rojo, este satélite se aleja cada vez más de Marte, con lo que llegará un día en que se pierda en el espacio, dejando huérfano al planeta. Por cierto, el próximo año está previsto que despegue la misión MMX de la agencia espacial japonesa, la JAXA, que pretende recoger muestras de la superficie de Fobos y traerlas de vuelta.

Será entonces cuando descubramos si estamos realmente ante un asteroide capturado por la órbita marciana, ante los restos de un gran impacto en Marte, tal y como sucedió con la Luna y la Tierra, o si tenemos que crear una nueva teoría al respecto. En definitiva, tanto Fobos como Deimos tienen sus días contados acompañando a Marte, aunque, por el momento, continuarán orbitando el planeta rojo.

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