El cemento que usamos será pronto más resistente. El secreto, como la pizza, está en su masa

Científicos lituanos demuestran que los restos de ropa pueden aumentar hasta un 16% la resistencia del cemento, además de conseguir reducir las emisiones de dióxido de carbono

El cemento que usamos será pronto más resistente. El secreto, como la pizza, está en su masa
Es posible mejorar la composición del cemento con residuos textiles
Publicado en Ciencia

Si pensamos en residuos, no es tan habitual imaginarse montañas de textiles. Sin embargo, la cruda realidad es que estos desechos crecen cada año en Europa y cada vez tenemos más problemas para gestionar las toneladas de ropa que ya no sirve. Solo una pequeña parte se recicla en materiales, de poco valor, y la mayoría acaba en vertederos, liberando más carbono. Ahora, por suerte, tenemos una solución realmente interesante: usar residuos textiles para fabricar un cemento más fuerte.

Ceniza textil y fibras para reforzar el cemento

La investigación, publicada en la página web de la Universidad Tecnológica de Kaunas, nos recuerda algo que hemos repetido en multitud de artículos: los residuos, bien tratados, dejan de ser un problema y se convierten en recursos. Y dado que la Unión Europea nos empuja hacia una economía circular, podemos matar dos pájaros de un tiro: evitamos engordar el problema de la basura textil y fortalecemos el cemento.

En este caso, el primer reto sería el textil. Se sabe que la mayoría de prendas acaban quemadas o enterradas, ya que su reciclaje es muy complicado. Esto es debido a que los tejidos sintéticos llevan aditivos difíciles de separar, liberan microplásticos y, para rizar el rizo, la mayoría de las prendas mezclan fibras. En estos momentos, lo habitual es convertirlas en trapos, aislantes o rellenos.

Conocido este extremo por los investigadores lituanos, estos miraron hacia el sector de la fabricación de cemento. Todo se inicia en el proceso de obtención del clínker, que es el material base del cemento y que está compuesto por pequeñas piedras que se obtienen al calentar caliza y arcilla a muy alta temperatura. Ese inicio de la creación del cemento es el responsable de una parte importante de las emisiones globales de dióxido de carbono. Vale, entonces, ¿cómo usamos los residuos textiles para reducirlas?

Según los investigadores de la Universidad Tecnológica de Kaunas, estos residuos pueden contribuir de dos maneras. En primer lugar, se pueden recuperar fibras de poliéster procedentes de ropa desechada y añadirlas a las mezclas de cemento. Utilizando un 1,5 % de estas fibras, la resistencia del material aumenta entre un 15 % y un 20% y también mejora su capacidad para soportar ciclos de hielo y deshielo.

La segunda vía es aún más interesante. Cuando los residuos textiles se someten a 300 °C, sin oxígeno, generan unos gránulos ricos en carbono que pueden usarse como combustible alternativo. Al quemarlos, igual que ocurre con cualquier otro combustible, quedan restos en forma de ceniza. Y esa ceniza es la clave, ya que puede sustituir hasta un 7,5 % del cemento tradicional, que sería hasta un 16 % más resistente.

Raimonda Kubiliūtė es investigadora del Departamento de Tecnología de Silicatos de la Universidad Tecnológica de Kaunas

Raimonda Kubiliūtė es investigadora del Departamento de Tecnología de Silicatos de la Universidad Tecnológica de Kaunas

Raimonda Kubiliūtė, responsable del estudio, asegura que "la industria del cemento, especialmente los procesos de cocción de clínker en hornos rotatorios, contribuye significativamente a la contaminación ambiental. Por ello, los investigadores buscan activamente maneras de reducir la cantidad de cemento convencional en las mezclas a base de cemento, sustituyéndolo por aglutinantes o rellenos alternativos."

Este es un excelente ejemplo de innovación útil: menos emisiones, menos residuos y un cemento más fuerte. La investigación, que forma parte del proyecto Textifuel, aún está en sus primeras fases, pero abre la puerta a una interesante idea: construir edificios más robustos a partir de la ropa que ya no tiene uso. Añádele el cuidado del medioambiente y tienes la combinación ideal entre ciencia, tecnología y sostenibilidad.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!