El impacto de un rayo sobre un árbol genera un material nunca antes visto en la Tierra
Un trozo de fulgurita escondía un secreto en su interior, un material que no habíamos visto antes en la Tierra.

Hace unas semanas, Florida sufrió el impacto de una potente tormenta. Las tormentas eléctricas son algo más que habitual en esa parte del mundo, pero esta en particular dejaría un revolucionario hallazgo científico en el lugar menos esperado. Cerca de la localidad de Tampa, un rayo impactó directamente contra un árbol, y cuando los locales fueron a comprobar los daños sobre el terreno se encontraron con algo bastante inusual. Un extraño material, como ceniza solidificada, descansaba en el hueco carbonizado del árbol, entre las raíces. Suponiendo que tendría algún valor, decidieron poner el material a la venta. Y tenían razón, tenía mucho valor.
Lo que se encontraron fue un trozo de fulgurita, un material que en ocasiones se genera cuando un rayo impacta sobre la superficie terrestre. Las raíces de los árboles contienen hierro y carbono, y cuando un rayo cae sobre ellos, los "quema" generando este particular elemento químico.
Este material se conoce coloquialmente como "rayo fosilizado", y es de gran valor de cara a la investigación científica. Fue esa curiosidad la que impulsó al geocientífico de la Universidad del Sur de Florida Matthew Pasek a comprar la muestra extraída de aquel árbol, y ha sido la mejor decisión que podría haber tomado. Así explicaba Pasek el proceso de formación de la fulgurita en un post del blog oficial de la Universidad del Sur de Florida:
“Cuando un rayo cae sobre un árbol, el suelo explota y la hierba circundante muere, formando una cicatriz y enviando una descarga eléctrica a través de la roca, el suelo y la arena cercanos. Esto acaba formando fulguritas, también conocidas como 'rayos fosilizados”
Un material que solo habíamos visto en meteoritos
Pasek inició una investigación en colaboración con Luca Bindi, profesor de mineralogía y cristalografía en la Universidad de Florencia en Italia. El objetivo era estudiar la composición de aquel trozo de fulgurita a fondo, y entender los procesos químicos que se generan cuando un rayo cae sobre la corteza terrestre. Al abrir la fulgurita, los investigadores descubrieron un material cristalino que no habían visto nunca antes.
Al llevarlo al laboratorio descubrieron por qué no lo habían visto antes, y es que es un material que nunca se había encontrado de forma natural en la Tierra. Esa composición de fulgurita solo ha sido localizada en algunos restos de meteoritos que caen sobre la Tierra, y jamás se había analizado una muestra fruto de una reacción química producida dentro de nuestra atmósfera. Pasek y Bindi publicaron sus hallazgos en Communications Earth & Environment y han anunciado que continuarán investigando la muestra para estudiar si podemos estar hablando de un nuevo mineral terrestre.