El tráfico comercial marítimo va a ser limitado y los grandes beneficiados son estos dos animales en peligro

Más de 70 especies amenazadas por nuestra actividad pasan a estar protegidas en todo el mundo para frenar la sobrepesca

El tráfico comercial marítimo va a ser limitado y los grandes beneficiados son estos dos animales en peligro
Proteger los océanos y a sus especies también es labor del ser humano
Publicado en Ciencia

Existen decenas de especies que están siendo empujadas al borde de la extinción por décadas de sobrepesca y un comercio que ya se encuentra totalmente descontrolado. Sin embargo, nuevas prohibiciones y restricciones internacionales buscan frenar su declive con la ayuda de la comunidad internacional, que ha decidido actuar de forma contundente frente a la desaparición silenciosa de dos animales que todos conocemos perfectamente.

Protegiendo a tiburones y rayas

El acuerdo, del que te hablaremos a continuación, se selló la semana pasada en la localidad de Samarcanda, localizada en Uzbekistán, durante la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, también conocida como CITES. Y lo que se ha conseguido es de vital importancia, ya que se obliga a los países a regular o prohibir el comercio internacional de especies cuya supervivencia está en riesgo.

Aquí es donde entran los tiburones y las rayas, que se habían quedado fuera de anteriores acuerdos. Sabemos que estos animales cumplen una función clave como grandes depredadores marinos, ya que mantienen el equilibrio de los océanos y la salud de los ecosistemas. Sin embargo, durante décadas han sido capturados como si fueran un recurso ilimitado, llegando a conformar un mercado cercano a los 1.000 millones de euros anuales.

El resultado, como podrás imaginar, es un auténtico desastre: más de un tercio de especies en peligro de extinción, poblaciones de tiburones oceánicos que han disminuido en más de un 70 % en medio siglo y uno de cada cinco arrecifes del planeta que ya han perdido a sus tiburones. Pero, ¿por qué hay que proteger más a tiburones y rayas?

La diferencia con otros peces es clave para entender el problema. Mientras que especies como el atún se reproducen con rapidez y llevan años sometidas a cuotas y controles, las poblaciones de tiburones y rayas crecen lentamente y tienen muy pocas crías. Algunas especies de mantarrayas, por ejemplo, apenas llegan a tener siete descendientes a lo largo de toda su vida. Pese a ello, se las ha explotado de la misma manera.

A pesar de que no todos los países consumen subproductos de estos animales, este es un mercado gigantesco. Las aletas de tiburón siguen siendo un símbolo de lujo en la alta cocina asiática. La carne de estos animales se vende cada vez más como proteína barata y como comida para mascotas. Si hablamos de las rayas, sus branquias se utilizan en supuestos remedios tradicionales, sin ningún respaldo científico, mientras que el aceite del hígado se usa para obtener escualeno, una sustancia muy utilizada en cosmética y productos farmacéuticos.

Ahora, con el nuevo acuerdo, muchas especies pasarán a estar totalmente protegidas y otras quedarán bajo un sistema de control estricto que exige demostrar que cualquier intercambio es legal, trazable y sostenible. El acuerdo, según la información publicada en Inside Climate News ha sido casi unánime entre los 185 países miembros y la Unión Europea.

Sin embargo, el gran reto empieza ahora. Estudios recientes muestran que más del 90 % del comercio de algunas especies ya era ilegal. Por tanto, el mensaje está claro: el mundo ha decidido dar una segunda oportunidad a tiburones y rayas. Solo queda cumplir la ley para que nuestros mares y océanos tengan el ecosistema que necesitan para prosperar.

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