Encuentran el reptil volador más antiguo de América: tenía el tamaño de una gaviota moderna

Los pterosaurios compartieron el planeta con los dinosaurios terrestres, pero evolucionaron de forma distinta permitiendo dominar los cielos prehistóricos

Encuentran el reptil volador más antiguo de América: tenía el tamaño de una gaviota moderna
Los pterosaurios hoy representan una parte importante de la fauna prehistórica del Mesozoico
Publicado en Ciencia

Los vestigios del pasado remoto de la Tierra son cápsulas del tiempo que permiten a los científicos reconstruir la fascinante historia de la vida. Cada hueso fosilizado, cada huella petrificada, aporta una pieza crucial al inmenso puzle de la evolución. Estas revelaciones milenarias a menudo redefinen lo que creíamos saber sobre los antiguos habitantes del planeta.

La búsqueda de estos tesoros paleontológicos lleva a los investigadores a algunos de los lugares más inhóspitos y remotos del mundo. Desde desiertos áridos hasta montañas escarpadas, el trabajo de campo exige paciencia, resistencia y una mirada entrenada para identificar las sutiles pistas que el tiempo ha dejado enterradas bajo capas de roca y sedimento. Estos emplazamientos a menudo albergan una diversidad inesperada de fósiles.

Entre las criaturas más asombrosas que surcaron los cielos prehistóricos se encuentran los pterosaurios, reptiles alados que coexistieron con los dinosaurios durante millones de años. Estudiar sus orígenes y evolución es clave para comprender la conquista del aire en el Mesozoico. Un reciente hallazgo en Norteamérica ha arrojado nueva luz sobre los primeros pasos de estos voladores.

El Viajero Alado Más Antiguo de América Descansa en Arizona

Un equipo liderado por el Instituto Smithsonian ha desenterrado lo que se considera el pterosaurio más antiguo hallado hasta la fecha en el continente americano. Este descubrimiento, realizado en una remota zona del Parque Nacional del Bosque Petrificado en Arizona, corresponde a una nueva especie bautizada como Eotephradactylus mcintireae. Datado con una antigüedad de 209 millones de años, este antiguo reptil volador tenía un tamaño comparable al de una gaviota moderna, lo que sugiere que los primeros pterosaurios de la región no eran criaturas gigantescas, según apuntan desde Proceedings of the National Academy of Sciences.

https://x.com/Dinoh555/status/1942330252233003060

La importancia de Eotephradactylus mcintireae reside en su extraordinaria edad. Su existencia se remonta al período Triásico Superior, situándolo en una etapa crucial de la evolución de los pterosaurios, cerca de las raíces de su árbol genealógico. Su nombre científico, que evoca la ceniza volcánica del lugar del hallazgo y su posición evolutiva ("diosa del amanecer alada de ceniza"), subraya su papel como un pionero en los cielos norteamericanos.

El estudio detallado de los fósiles, especialmente los dientes preservados en la mandíbula, ha proporcionado valiosa información sobre la ecología de este antiguo volador. El desgaste observado en su dentición, combinado con la abundancia de fósiles de peces con escamas acorazadas en el mismo lecho óseo, sugiere fuertemente que la dieta principal de Eotephradactylus mcintireae se basaba en la captura de peces. Este lecho óseo, de hecho, reveló un ecosistema Triásico sorprendentemente diverso, incluyendo desde anfibios gigantes y parientes acorazados de cocodrilos hasta los fósiles de tortugas más antiguos conocidos y una rica fauna piscícola, ofreciendo una instantánea detallada de la vida prehistórica antes de una extinción masiva.

Este sitio de fósiles no solo destaca por el pterosaurio, sino porque captura un momento clave en la historia de la vida: la transición hacia comunidades de vertebrados terrestres más modernas, justo antes de la gran extinción del final del Triásico. Animales que prosperarían en el Mesozoico convivían aquí con formas de vida más antiguas. A pesar de la dificultad de excavación en un terreno remoto, el hallazgo de más de mil fósiles individuales ha permitido documentar la cohabitación de estas diferentes especies en un entorno de ríos.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!