Enterrado, incinerado o...¿reciclado? El compostaje humano es una realidad cada vez más presente
¿Te gustaría que tu cuerpo fuese utilizado como abono al morir? Esta práctica está en continuo crecimiento. Así es cómo funciona el compostaje humano.

La fórmula para despedir a nuestros fallecidos depende de múltiples factores. Esta decisión está condicionada por factores históricos, culturales, religiosos o, simplemente, económicos. En un país como España, las formas más comunes de actuar tras el fallecimiento de una persona es el enterramiento o la incineración. ¿Qué ocurriría si apareciesen nuevas alternativas? Una de ellas está directamente relacionada con el reciclaje. Al fin y al cabo, las clásicas opciones tienen un problema común: son muy contaminantes.
La incineración implica un alto coste energético. Al fin y al cabo, se requiere contar con hornos capaces de calentarse a mil grados, con todo lo que ello supone. El enterramiento convencional viene dado por la presencia de una caja de madera, la cual previamente ha conllevado la tala de árboles y toda la manipulación necesario para ser transformada en un ataúd. En este último proceso cabe destacar la presencia, además, de aerosoles y otros elementos químicos necesarios para unir los diferentes componentes.
¿Es el compostaje humano una alternativa viable en la industria? California, una de las áreas más adelantadas a su tiempo en los Estados Unidos, acaba de legalizar esta nueva opción para todas aquellas personas y familiares que lo deseen. Se trata de una interesante propuesta que será objeto de estudio en otros lugares debido a los beneficios que ofrece. Además, muchas funerarias están comenzando a ofrecer este tipo de propuestas alternativas.
California permitirá el compostaje humano para reducir las emisiones contaminantes
Se espera que para el año 2027 pueda ser legal el compostaje humano en California. De esta forma, este Estado se unirá a otros en los que ya es legal esta práctica. El objetivo es reducir los altos índices de contaminación que se relacionan con este sector, ya sea que se opte por una u otra de las alternativas anteriormente mencionadas. Ahora bien, ¿en qué consiste esta técnica de enterramiento? Al contrario de lo que suele ocurrir, este método tiene como principal diferenciación el uso de elementos clave para constituir nutrientes.
El compostaje humano suele consistir en la colocación del cadáver en un recipiente para, posteriormente, cubrirlo con materiales orgánicos de distinto tipo. Entre ellos, cabe destacar la presencia de paja, astillas de madera o alfalfa, entre muchos otros. El proceso de descomposición natural hace su tarea al poco tiempo de morir una persona, por lo que estos componentes se transforman, finalmente, en suelo rico en nutrientes. Todo este proceso tiene una duración extremadamente corta, ya que puede ocurrir en el lapso de un mes.
Tras este proceso, los operarios deben abrir el recipiente y extraer los restos, los cuales son depositados en un espacio durante un periodo de tiempo que va entre las 2 y 6 semanas para culminar el trabajo de tratamiento, de acuerdo con la información de Smithsonian Magazine. Tras ello, los restos son entregados a la familia o, a voluntad del fallecido en testamento, son utilizados en labores de conservación de terrenos.
Y bien, ¿qué implicación tiene este tipo de reciclaje? En función a los resultados que han podido ser analizados, cada cuerpo es capaz de producir en torno a 0,75 metros cúbicos de abono disponible para su utilización inmediata. Esto puede ser una medida pequeña, pero si se popularizase este tipo de práctica, se podría conseguir una gran cantidad del mismo, el cual sería muy útil en el sector primario. Aun así, su crecimiento se espera que sea lento y progresivo, ya que las emociones y sentimientos tienen un papel muy importante en este tipo de decisiones.