Eran conocidos como los “cerdos del infierno” y aterrorizaron la Tierra después de los dinosaurios

Los "cerdos del infierno" conocidos científicamente como entelodontes (Entelodontidae) fueron unos enormes depredadores

Eran conocidos como los “cerdos del infierno” y aterrorizaron la Tierra después de los dinosaurios
Los entelodontes (Entelodontidae) vivieron entre hace 37 y 16 millones de años y comían de todo
Publicado en Ciencia

No son pocos los que piensan que después de los dinosaurios existió una gran nada. Esto no es cierto, el planeta no tardó en recuperarse de la caída del enorme meteorito e hizo surgir nuevos y diferentes animales. Entre ellos se encontraban los llamados “cerdos del infierno” de 500 kilos y 1,8 metros de altura. Unas auténticas moles de carne.

Acabada la época de los dinosaurios y los grandes reptiles los sucesores eran familiares nuestros: los mamíferos. Sin embargo, y a pesar de lo que se piensa, estos animales crecieron igual que los antiguos reptiles y acabaron haciéndose gigantescos. No hablamos solo de mamuts y rinocerontes lanudos, sino también de seres como el terrorífico entelodontes.

Eran grandes, agresivos y se alimentaban de carroña

Conocidos como “Cerdos del infierno” estos animales estarían en la actualidad emparentados con los cerdos modernos, los hipopótamos, camellos y ciervos. De hecho, y lo más curioso de todo es que los seres más cercanos a los entelodontes son las ballenas y los hipopótamos.

Obviando que parientes de estos seres quedan vivos en los tiempos presentes, los entelodontes eran unos animales robustos. Aparte de su altura y peso, también tenían un cráneo de 30 centímetros provistos de dientes capaces de triturar huesos. Los hallazgos paleontológicos han brindado información sobre sus pezuñas, que eran hendidas, lo que indica que además eran rápidos a la carrera.

Los fósiles de estos jabalíes han sido descubiertos en muchas partes del mundo, desde América del Norte y Asia hasta en Eurasia. Su adaptabilidad y forma de vida les hizo extenderse por todo el globo con éxito. En la cadena trófica, estos animales competieron con los grandes felinos, pero como indica Muy Interesante en un reciente artículo, lo que adoraban comer era la carroña.

Aunque es verdad que los Cerdos del infierno eran agresivos y no dudaban en luchar por buscar comida o pareja, su dieta se basaba en los restos que dejaban otros cazadores. No era mala idea, ya que se ahorraban el esfuerzo de perseguir a las presas. Pese a ser carroñeros, eso no quita que a veces también cazaran a algún animal desprevenido si tenían la ocasión.

La extinción les llegó hace 16 millones de años, cuando según los expertos, el cambio climático alteró los ecosistemas donde vivían. Las zonas boscosas dieron paso a las grandes praderas donde el alimento escaseaba y no podían competir contra otros animales carnívoros. Así desaparecieron para siempre de la faz de la Tierra.

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