Esta es la polilla más grande del mundo, y tiene un mecanismo de defensa muy particular
Un desconocido insecto destaca por su tamaño y su manera de alejar a los depredadores.
La naturaleza está repleta de animales y especies por descubrir. Existen aún regiones en el mundo que conservan seres vivos apenas observados por el ser humano, pero la gran mayoría de especies han sido estudiadas durante décadas. Este podría ser el caso de una polilla un tanto particular, denominada Attacus atlas, y que tiene el privilegio de ser considerada como la más grande de su especie. Este insecto tiene una corta esperanza de vida, aunque su población no corre peligro. En el lado contrario, nos encontramos con estas 22 especies de animales que se encuentran en peligro de extinción.
Cuerpo pequeño, alas enormes y un mecanismo de defensa que engaña con el aspecto de dos serpientes
Señalábamos anteriormente la esperanza de vida de este animal, ya que una de sus grandes diferencias con otros insectos es que una vez salen de su capullo, no comen ni beben, por lo que dependen de la energía acumulada en su interior. Es por ello que su esperanza de vida se sitúa entre 1 y 2 semanas. Las hembras apenas se mueven, esperando ser fecundadas, poner sus huevos y morir, mientras que los machos utilizarán sus energías en sobrevolar buscando la hembra adecuada para que la especie continúe su camino. El vuelo de este insecto, por cierto, es un tanto errático, tanto por esa energía limitada, como por la diferencia de tamaño entre el cuerpo peludo y sus alas, pudiendo tener estas últimas una longitud de 25 centímetros.
Tal y como nos ha mostrado el irreverente Frank en el vídeo que te mostramos al principio del artículo, las polillas Atlas son una de las grandes maravillas de la naturaleza. Esta especie es originaria de Asia, fue descubierta por Carl Linnaeus en el año 1758, y pertenece al orden de los lepidópteros, donde también se encuentran sus parientes cercanos, las mariposas.
Sin embargo, es realmente curioso cómo pueden defenderse de los depredadores que se encuentran en su entorno, dado que son capaces de mover sus alas mostrando un patrón de dibujos que recuerdan a las serpientes y que consigue confundir a aquellos animales que puedan intentar atacar. Si te fijas detenidamente en la imagen superior, podrás apreciar en los extremos redondeados de las alas lo que bien podrían ser las cabezas de dos serpientes para los ojos de otros animales. Curiosa manera de defenderse, cuando tienes tan poco tiempo de vida, pero necesitas aprovecharlo al máximo.