Esta misión científica de la NASA se ha salvado de los recortes de Trump: ¿de qué se trata exactamente?
La exploración de asteroides parece que puede sobrevivir al exterminio presupuestario de la Casa Blanca

Mientras multitud de proyectos científicos penden de un hilo por los recortes presupuestarios de la administración de Donald Trump, parece que algunas misiones aún pueden tener una segunda oportunidad. En este caso, te invitamos a que conozcas a la misión de la NASA que heredará la sonda utilizada para estudiar el asteroide Bennu. Aún existe esperanza en el ámbito científico estadounidense y todo gracias al Congreso de Estados Unidos.
OSIRIS-APEX sobrevive al hachazo presupuestario de Trump
Teníamos constancia de que hasta 19 misiones científicas estaban en la lista negra de la Casa Blanca, dado que entraban dentro de aquellos proyectos que podrían no ver la luz al recortarse el presupuesto destinado a la división científica de la agencia para 2026. Sin embargo, un gesto del Congreso estadounidense parece que salvará alguna de esas misiones, gracias a una inyección de millones de dólares que, en este caso, permitirán poder salvar la misión conocida como OSIRIS-APEX.
Anteriormente, te hemos hablado de la misión OSIRIS-REx, que en 2023 trajo a la Tierra muestras del asteroide Bennu. Para la misión OSIRIS-APEX, acrónimo de OSIRIS–Apophis Explorer, la nave que recogió las muestras en el asteroide Bennu, aun en un excelente estado y con combustible suficiente, dejará de vagar por el espacio exterior para cumplir un nuevo propósito: acudir al encuentro del asteroide Apofis.
Estamos hablando de un asteroide que tiene alrededor de 340 metros de diámetro y que posiblemente te suene debido a que en el año 2004 saltó a los medios de comunicación por su posible impacto contra nuestro planeta, calculado para el año 2029. Descartado ese destino fatal, los cálculos estiman que Apofis pasará a tan solo 32.000 kilómetros de la superficie terrestre el 13 de abril de 2029. Dado la naturaleza tan excepcional del acontecimiento, la misión OSIRIS-APEX intentará interceptarlo.
Entre los principales objetivos de la misión, por un lado, nos encontramos con la observación de la superficie y la estructura de Apofis a través de las cámaras y espectrómetros de la sonda. Incluso se podrá estudiar cómo la gravedad de la Tierra afecta al asteroide. También se podrán medir cambios geológicos en tiempo real, ya que el tirón gravitatorio podría provocar deslizamientos, fracturas o la liberación de material en el espacio.
Pero esto no es todo. Como si de una película de ciencia ficción se tratase, se intentará realizar una curiosa maniobra activa, en la que la nave se acercará a unos 5 metros de la superficie de Apofis. En ese momento, se dispararán los propulsores para poder levantar polvo y así exponer las capas más profundas del asteroide, pudiendo analizar su composición de manera directa. Y te puedes preguntar: ¿qué tiene de especial estudiar un asteroide como Apofis?
La realidad es que estamos ante un asteroide potencialmente peligroso. Este tipo de objetos espacial es denominado de esta manera, ya que podría suponer un riesgo real, aunque remoto, para la supervivencia del planeta. Poder estudiarlo de esta manera nos permitirá mejorar los sistemas de defensa planetaria ya existentes y entender cómo se comportan estos objetos al acercarse a nuestro hogar. Por suerte, 20 millones de dólares han salvado a la misión de su cancelación y de un nuevo hito científico.
