Estábamos buscando nuevas energías y hemos encontrado una inesperada: el movimiento de las gotas de agua
Un conocido fenómeno parece tener una cara B que los científicos acaban de descubrir

Vas en un coche y empieza a llover. Seguramente, si alguna vez has ido de copiloto o de pasajero en un largo trayecto, te has quedado ensimismado observando cómo pequeñas gotas de agua resbalaban por los cristales. Este simple movimiento, por increíble que parezca, permite generar una pequeña cantidad de carga eléctrica, según científicos del Instituto de Tecnología de Melbourne y de la Universidad de Melbourne. Y también ha permitido desvelar una fuente de energía que ha permanecido oculta hasta ahora.
Los secretos de las gotas de agua revelados
El equipo de investigadores al cargo de este estudio observaron que cuando una gota de agua se quedaba atascada en algún obstáculo, la fuerza que necesitaba para sortearlo creaba una pequeña carga eléctrica, de la que no se tenía constancia hasta ahora. Este dato acerca del agua puede sentar las bases del diseño de superficies capaces de controlar dicha electricidad, que es 10 veces superior a lo que hasta ahora se creía.
Anteriormente, según el estudio publicado en la revista Physical Review Letters, sabíamos que esta generación de carga eléctrica sucedía cuando el líquido abandonaba una superficie, es decir, cuando esta pasa de estar húmeda a estar seca. Sin embargo, ahora parece que cuando el líquido hace contacto por primera vez con la superficie también ocurre este fenómeno, siendo 10 veces más poderoso que la carga obtenida al secarse.
Lo más interesante de esta investigación es que, según dicen los científicos encargados de la misma, "la carga no desaparece". Según ellos, "probablemente es retenida en la gota mientras se mueve por la superficie". El doctor Joe Berry, según las declaraciones recogidas en el comunicado publicado en EurekAlert, acaba afirmando:
Entender cómo y por qué la carga eléctrica es generada durante el flujo de los líquidos sobre las superficies es importante a medida que empezamos a adoptar los combustibles inflamables renovables requeridos para la transición al cero neto.
En estos momentos, la reducción de esta carga eléctrica en los combustibles actuales solamente se consigue a través de aditivos o medidas que podrían no ser efectivas con las nuevas generaciones de combustibles. Por ello, estas investigaciones son tan importantes. En palabras del propio Joe Berry, "este conocimiento podría ayudarnos a diseñar revestimientos que pudiesen mitigar la carga de nuevos combustibles".
La investigación llevada a cabo por el equipo de científicos ha utilizado agua, obviamente, pero también un material que se encuentra en el teflón y que se conoce como politetrafluoroetileno. ¿Su gran ventaja? Este es un tipo de plástico que no conduce la electricidad. Eso sí, no te pienses que la electricidad generada por las gotas de agua es algo extraordinario. En comparación, es un millón de veces más pequeña que el calambre que puede darte alguien a través de la electricidad estática.
El siguiente paso de la investigación, como podrás imaginar, es conseguir que el estudio tenga aplicaciones comerciales. El doctor Peter Sherrell, coautor del estudio, asegura que "planeamos estudiar donde este movimiento de adherencia-deslizamiento puede afectar al diseño seguro de sistemas de manejo de fluidos, como aquellos utilizados para almacenar y transportar amoníaco e hidrógeno, así como métodos para recuperar energía y acelerar la carga de líquidos en movimiento en dispositivos de almacenamiento de energía".