Este es ser vivo es casi inmortal, puede vivir en casi cualquier parte y también podría hacerlo en Marte
Antes de conquistar el planeta rojo, quizás deberíamos aprender de algunos organismos terrestres y su resiliencia

Si existe un lugar en el sistema solar que nos invite soñar con conquistar el espacio exterior, ese es Marte. El planeta, que ya está siendo recorrido por vehículos creados en la Tierra, presenta unas condiciones muy particulares, que hacen que nuestra llegada no sea tan sencilla como uno podría vaticinar. Sin embargo, existen organismos que no tendrían problemas en sobrevivir en su superficie. No somos nosotros, sino unos supervivientes diminutos conocidos como líquenes.
¿Podrían los líquenes conquistar Marte antes que nosotros?
Un equipo de científicos, liderados por la botánica Kaja Skubała, han publicado un artículo en la revista científica IMA Fungus en el que demostraban algo increíble: algunas especies de líquenes podían sobrevivir bajo las condiciones que presenta actualmente Marte. Durante la investigación, se ha puesto a prueba a la especie Diploschistes muscorum y a la Cetraria aculeata en el Centro de Investigación Espacial de la Academia Polaca de Ciencias. ¿El resultado? Los líquenes aguantaron perfectamente las pruebas planteadas.
El estudio consistió en la recreación de las condiciones de Marte, en miniatura, en un entorno donde la presión era baja, la humedad mínima, las temperaturas diurnas en torno a los 18º C, por la noche bajaban hasta los -26º C, y con una atmósfera que casi contenía exclusivamente dióxido de carbono. Añade niveles de radiación similares a los que azotan al planeta rojo durante las más poderosas tormentas solares y tienes un entorno que complicaría nuestra existencia por completo.
No para los líquenes. Estamos hablando de organismos pluricelulares, mitad hongo y mitad alga, cianobacteria si quieres ser más preciso, llevan millones de años entre nosotros, soportando los ambientes más extremos de la Tierra. Esto es posible gracias a que poseen un metabolismo lento, con una mínima necesidad de nutrientes y una gran resistencia a la desecación y la radiación. Tal y como sucede con los famosos tardígrados, estos seres pueden entrar en un estado latente y aguantar sin agua durante grandes períodos de tiempo.
Durante los experimentos, a los líquenes seleccionados incluso se les hidrató para mantener activo su metabolismo. La sorpresa vino por parte del Diploschistes muscorum, que mostró un menor daño celular que el Cetraria aculeata, produciendo antioxidantes como el glutatión, un escudo celular que también está presente en nuestros organismos. Y este es un importante hallazgo, dado que se demuestra que no todas las formas de vida necesitan condiciones ideales para sobrevivir. Eso sí, aún no podemos lanzar las campanas al vuelo.
Aún no hemos enviado organismos a Marte para comprobar su resistencia. Además, en caso de que pudiesen sobrevivir, esto no significa que nosotros también pudiésemos hacerlo. Muchos estudios serán necesarios a partir de ahora, sobre todo para constatar que nuestras células necesitan más protección frente a la temida radiación marciana. La conquista de Marte está más cerca que hace un siglo, pero aún es una auténtica quimera.