Este fue el elemento clave que nos reveló por qué los dinosaurios se extinguieron hace millones de años
Unir la extinción de las especies más colosales de nuestra historia con un extraño mineral es un desafío que estamos dispuestos a explicarte

Ahora mismo, si te pido que me digas cómo es que no existen dinosaurios en nuestro planeta, aparte de sus más cercanos descendientes, seguramente tu explicación iría encaminada a hablarnos acerca de un meteorito, de cambios climáticos en el planeta, procesos volcánicos o una mezcla de todas estas teorías. Sin embargo, ¿cómo descubrieron los científicos que un meteorito pudo haber acabado con estos animales? Pista: es uno de los metales más raros de la Tierra.
Tras la pista del iridio para explicar la extinción de los dinosaurios
Hoy venimos a hablarte del iridio. Este es el elemento que se sitúa en la tabla periódica de los elementos en el grupo 9 y que posee como número atómico el 77. Bajo el símbolo Ir, el iridio es extremadamente resistente a la corrosión y es, también, el segundo elemento más denso después del osmio. Sin embargo, hablamos de un metal que apenas se encuentra en nuestra corteza, ya que parece que cuando la Tierra se formó, este acabó integrándose en mayor cantidad en el núcleo.
Hablando de este elemento, ¿sabes dónde sí se puede encontrar en mayor abundancia? Efectivamente, en el espacio exterior. Multitud de asteroides han sido identificados como el hogar del iridio, con lo que seguir el rastro del iridio en nuestro planeta es una evidencia fundamental a la hora de comprobar áreas donde pudieron existir impactos de meteoritos. Pero, ¿qué tiene esto que ver con los dinosaurios?
Déjanos que viajemos en el tiempo, hasta la década de 1980. Entonces, Luis Walter Álvarez, físico estadounidense, y su hijo Walter Álvarez, químico, hicieron un descubrimiento sorprendente: encontraron un fino estrato con altas concentraciones de iridio en diferentes partes del mundo. Dichas franjas parecían haber depositado en poco tiempo, lo que indicaba que podrían haber sido producidas por algún evento catastrófico procedente del espacio exterior. Vaya, un meteorito.

Imagen de Luis Walter Álvarez y su hijo Walter Álvarez junto con la famosa franja de iridio
La cuestión, entonces, era encontrar el cráter de la roca extraterrestre que habría impactado en la Tierra. Finalmente, sería conocido como Chicxulub, aunque, seguramente, mencionar la península de Yucatán te hará conectar los puntos para encontrar el nexo entre el iridio y la extinción de los dinosaurios.
Así es como este elemento resultó ser fundamental para poder reconstruir un cataclismo que se llevó por delante la vida de millones de seres vivos del planeta. Y no solo eso, también podemos atestiguar cómo no solo los fósiles o los huesos de la Tierra nos cuentan historias del pasado, sino que las rocas y nuestra corteza también son fuentes de información a las que acudir para resolver misterios procedentes del espacio exterior.