Este pariente de la estrella de mar es encontrado en un fósil clonándose a sí mismo

Descubrir un proceso tan increíble que ha sido detenido por el tiempo resulta sorprendente

Este pariente de la estrella de mar es encontrado en un fósil clonándose a sí mismo
Imagen del fósil del pariente de la estrella de mar
Publicado en Ciencia

Los océanos y mares de la Tierra esconden una increíble biodiversidad. Algunas especies que viven en este ambiente se encuentran entre los animales con la mayor esperanza de vida del planeta, aunque tampoco podemos olvidarnos que también existen animales marinos en peligro de extinción. Sin embargo, en esta ocasión venimos a hablarte de un fósil con millones de años y que cuenta con una particularidad que lo convierte en único.

La clonación de una estrella quebradiza

Gracias a la investigación publicada en el medio Royal Proceedings of the Royal Society B, y tal y como has podido ver en la imagen de portada, te presentamos el fósil de un pariente de la estrella de mar. Esta especie, que ha permanecido 150 millones de años esperando a ser hallada, pertenece a los denominados ofiuroideos, una clase del filo Echinodermata.

Sin embargo, aunque pueda parecer que el espécimen conservado en roca no tiene nada de especial, fíjate en los tres brazos derechos, que son algo más estrechos y finos de sus homólogos en el lado izquierdo. Esto no es ningún tipo de malformación, sino que muestra cómo esta estrella estaría en mitad del proceso de regeneración, algo que únicamente había sido confirmado en dos ocasiones y la primera vez que se ve en un animal de este tipo.

Este fósil ha dado lugar a una nueva especie, denominada Ophiactis Hex, que se remonta al Jurásico Superior. Y no hablamos de una estrella de mar, dado que a diferencia de éstas, la estrella quebradiza es una especie distinta de equinodermo, teniendo, además, seis brazos, a diferencia de muchos de sus congéneres, que presentan habitualmente cinco extremidades.

Además, los científicos aseguran que la extremidad extra no es fruto de una mutación accidental, sino que antes de la fragmentación ya presentaba el mismo número de brazos. Eso sí, aún no se atreven a asegurar que esta especie estaba compuesta de dichas seis extremidades, dado que únicamente tienen una muestra que estudiar.

Lo que sí saben es que se trata de un organismo epizoico, es decir, que vive sobre un animal sin beneficiarle ni perjudicarle. En este caso, parece que la Ophiactis Hex podría utilizar esponjas de su mismo hábitat para convivir. Por tanto, estamos no sólo ante un espécimen de lo más curioso y particular, sino uno que podría arrojar nueva información acerca de este tipo de ofiuroideos y su historia pasada en las aguas de este planeta.

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