Este potente láser puede devolver los rayos a la atmósfera antes de que caigan sobre la Tierra
Un nuevo pararrayos con tecnología láser es capaz de enviar un rayo de vuelta al cielo. Así es su funcionamiento.

Desde hace casi 3 siglos, las ciudades son un poco más seguras frente a las tormentas eléctricas. En junio de 1752, Benjamin Franklin inventó el pararrayos, una tecnología que tiene como objetivo acoger la energía eléctrica que se desprende del cielo en determinadas fechas a lo largo del año. Gracias a esta solución, se consigue focalizar la caída de rayos en puntos determinados. De este modo, la posibilidad de sufrir el impacto de uno se reduce, todavía más si cabe. Ahora bien, ¿y si hubiera alternativas diferenciales para sustituirlos?
Entre las innovaciones que ha habido a lo largo de estos siglos, hay una en particular que ha llamado la atención de la comunidad científica. Acaba de ser presentada una novedosa solución que tiene como objetivo el uso de rayos láser para poder desviar aquellos que caen en plena tormenta eléctrica. Se trata de una revolucionaria tecnología que permite disfrutar de una propuesta mucho más interesante que la planeada hace cientos de años. Curiosamente, este nuevo sistema ya está siendo probado en la actualidad. No es la primera vez que se usa esta tecnología, ya que la NASA los emplea contra los bosques
Veamos, por tanto, cómo funciona este curioso pararrayos revolucionario, cuáles son las claves que hay detrás de esta tecnología y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante una innovación diferencial en lo que se refiere a seguridad. ¿Quién nos iba a decir que podría ser posible la utilización de rayos láser capaces de actuar como pararrayos? He aquí las claves que se conocen por el momento en relación con esta propuesta.
Un nuevo pararrayos basado en tecnología de rayos láser
El funcionamiento de esta tecnología ha sido publicado en Nature. La principal peculiaridad de esta tecnología está basada en la creación de una especie de canal ionizado, denominado filamento láser. Esto se consigue mediante el envío de un millar de pulsos láser ultracortos cada segundo. Se trata, sin duda alguna, de un avance trascendental en la materia, ya que es posible desviar la trayectoria de los rayos caídos durante una tormenta eléctrica. Aun así, ¿por qué nos encontramos ante un elemento clave en la investigación de este fenómeno?
La tecnología, la cual tiene un tamaño de un vehículo monovolumen medio, ha sido probada en la zona montañosa de Säntis, en el noreste de Suiza. Se ha escogido este lugar debido a la presencia continua de rayos. Allí, hay una torre de telecomunicaciones que se ha convertido en el mejor lugar posible para la realización de las pruebas, ya que se han reportado hasta un centenar de rayos caídos en lo alto de la misma en términos anuales. Este ha sido el escenario perfecto para la realización de una serie de pruebas.
Curiosamente, de forma paralela, ha sido desarrollado un nuevo sistema basado en inteligencia artificial que tiene como principal diferenciación la detección temprana de rayos en un área determinada con una tasa de fallo de tan solo el 20%. Se espera que, conforme se incremente la investigación, pueda llevarse a cabo una mejora de los resultados para incrementar su utilidad en el futuro. La anticipación se espera que tenga lugar hasta media hora antes de que se produzca el primer impacto.
Es importante tener en cuenta que nos encontramos en una etapa muy peligrosa en lo que se refiere a cambio climático. Se espera que fenómenos meteorológicos adversos como la presencia de tormentas eléctricas se acreciente a lo largo de los próximos años, por lo que este nuevo tipo de solución puede ser clave para evitar accidentes en el futuro. Al fin y al cabo, nos encontramos ante rayos capaces de circular a velocidades de hasta 320.000 kilómetros por hora. Es fundamental, por tanto, obtener procesos eficientes para afrontar la nueva situación que está por llegar.