Estos gusanos viven rodeados de la radiación de Chernóbil y parecen tener 'superpoderes'
Algunas especies del planeta demuestran tener la capacidad de adaptarse a entornos tremendamente nocivos

Si conoces el funcionamiento de una central nuclear, imaginamos que también estarás al tanto del accidente que sucedió en el año 1986 y que se llevó por delante las vidas de personas y animales que habitaban en las inmediaciones de la central Vladímir Ilich Lenin. Son muchos los ejemplos de animales que más muertes causan al año en el mundo, pero en este caso tenemos que hablar de una especie para podría resultar clave para un conocimiento más profundo del ADN y la capacidad de supervivencia de algunos seres vivos.
El descubrimiento que nos otorgan los gusanos de Chernóbil
Gracias al artículo publicado en el medio Proceedings of the National Academy of Sciences hemos tenido acceso a la información que nos habla de gusanos microscópicos viviendo en las áreas más contaminadas por la radiación procedente del accidente nuclear de Chernóbil y cómo éstas cuentan con una capacidad de adaptación fuera de lo común.
Los gusanos que han sido recuperados de la zona de exclusión, como si de su superpoder se tratase, no muestran signos de tener el genoma modificado por la exposición a la radiación, algo que sí suceden en otras especies, que han conseguido adaptarse a uno de los entornos más complejos que tenemos en el planeta Tierra.
Environmental radiation exposure at Chornobyl has not systematically affected the genomes or chemical mutagen tolerance phenotypes of local wormshttps://t.co/ytw1Bsnzy0https://t.co/Ud7km9oyIghttps://t.co/TnHbLThnDghttps://t.co/UBmccpEt1X pic.twitter.com/WogJF1lcpu
— cackerman21 (@cackerman21) March 8, 2024
Sophia Tintori, bióloga perteneciente a la Universidad de Nueva York, y su equipo se desplazaron a territorio ucraniano para recolectar nematodos, gusanos extremadamente delgados, dado que son unos de los sujetos de estudio más interesantes que tiene la naturaleza. Hablamos de animales que viven poco tiempo y que tienen genomas simples, con lo que son modelos perfectos para estudiar, por ejemplo, los daños producidos en el ADN.
El equipo acudió al país europeo a proveerse de la especie Oschieus tipulae, consiguiendo cientos de muestras que recopilaron a partir de fruta podrida, de hojas y del propio suelo. Casi 300 gusanos fueron cultivados en su laboratorio y 15 de ellos fueron seleccionados para la secuenciación de su genoma. Después, éste se comparó con el de otros Oschieus tipulae, procedentes de Filipinas, Alemania, Estados Unidos, Mauricio y Australia.
Worms that live in Chernobyl’s radioactive exclusion zone are ‘exceptionally resilient’ to radiation — what this could mean for humans https://t.co/hmlAmdykGH pic.twitter.com/0IYdzzvsNM
— New York Post (@nypost) March 7, 2024
La sorpresa llegó al comprobar cómo los gusanos de Chernóbil no mostraban signos de ningún tipo de daño en el ADN producido por la radiación, obteniendo como conclusión a su investigación que no existe evidencia de impacto genético que haya sido provocado por la exposición a la radiación de la zona de exclusión de Chernóbil.
Y en sus conclusiones, un rayo de esperanza aparece en el horizonte, dado que su descubrimiento podría ayudar a desvelar el motivo por el que algunos seres humanos son más proclives a padecer cáncer que otros. Sophia Tintori, en declaraciones recogidas por el medio Science Alert, afirma que:
Ahora que sabemos qué cepas de Oschieus tipulae son más sensibles o más tolerantes al daño del ADN, podemos utilizar estas cepas para estudiar por qué diferentes individuos tienen más probabilidad de sufrir los efectos de los carcinógenos. Pensar acerca de cómo los individuos responden diferente a los agentes que dañan el ADN en el ambiente es algo que nos ayudará a tener una clara visión de nuestros propios factores de riesgo.