Estos huesos humanos de hace 18.000 años cuentan una terrible realidad: nuestros antepasados se comían entre sí
Estas prácticas también parece que sucedían en la Europa prehistórica y tenemos evidencias de ello, gracias a investigadores españoles

El ser humano siempre ha tenido varias caras que mostrar, desde compasión, lucha o supervivencia, pasando por un lado oscuro y violento, que lleva acompañándonos desde que nuestros antepasados vivían en cuevas y empezaban a conocer lo que era la convivencia con otros seres de su especie. En este caso, hemos descubierto cómo el canibalismo era una práctica que se llevaba a cabo en territorio europeo hace miles de años, gracias a evidencias localizadas en Polonia.
Crueles carnicerías en la Polonia de hace 18.000 años
Investigadores del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas han publicado un artículo en la revista científica Scientific Reports en el que exponen las evidencias encontradas en la cueva de Maszycka, donde se ha comprobado que sucedieron rituales de canibalismo cultural entre las comunidades humanas del Paleolítico superior. El trabajo ha sido liderado por Francesc Marginedas, científico del IPHES-CERCA y de la Universitat Rovira i Virgili.
Entre los restos humanos hallados en la cueva polaca, según la información publicada en la página web Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social, se han descubierto 63 fragmentos de huesos, pertenecientes tanto al cráneo como a extremidades, que han posibilitado la identificación de marcas de manipulación humana. Entre estas marcas se han encontrado cortes y fracturas relacionadas con el consumo de carne, como puede ser la extracción de músculos, del cerebro o del tuétano.
Francesc Marginedas ha asegurado en declaraciones recogidas en la página web del IPHES-CERCA, que "la localización y frecuencia de las marcas de corte y la fracturación intencional en el esqueleto evidencian claramente una explotación nutricional de los cuerpos, descartando la hipótesis de un tratamiento funerario sin consumo". Se sabe que los cuerpos fueron despedazados tras la muerte, sugiriendo una actividad que reportaba numerosos nutrientes a nuestros ancestros polacos.
Por cierto, para poder conocer mucha más información acerca de la motivación que se escondía en la presencia de fragmentos de huesos humanos, los investigadores utilizaron "técnicas avanzadas de microscopía 3D para el análisis de las marcas óseas". A partir de este análisis, se ha podido determinar si las marcas procedía de eventos naturales, golpes accidentales por ejemplo, o de la actividad de consumo de carne por parte de otros seres humanos. Sin embargo, ¿cuál era la motivación detrás de este comportamiento?
Los expertos aseguran que este ejemplo de canibalismo podía haber sucedido por tensiones entre distintos grupos de humanos de aquella época, a menudo relacionados con la disputa de territorios en el Paleolítico superior. La doctora Palmira Saladié asegura que el canibalismo, en aquella época, podía deberse a la propia supervivencia del grupo, a prácticas rituales o, incluso, a "dinámicas de violencia grupal".