Estos parásitos vuelan con los murciélagos como si fueran jinetes: verlos juntos te quitará el sueño
¿Sabías que hay un parásito que se ha desarrollado gracias a que su medio de transporte es el murciélago? Así es el Mystacinobiids.

El murciélago es un animal que siempre se ha mantenido en las cuevas sin dar muchos problemas. Al vivir en áreas no habitadas por el ser humano, apenas se han podido tener noticias sobre su potencial relación con virus y bacterias. La pandemia ocasionada por el coronavirus ha provocado que, casi de repente, todas las miradas se hayan centrado en este curioso mamífero. Una vez más, debe ser motivo de crítica debido a uno de los últimos hallazgos que se han conocido. Se ha podido determinar cómo unos parásitos usan al animal para desplazarse.
Se sabía que estos animales eran auténticos centros de concentración de parásitos, pero se ha podido analizar cómo hay especies que utilizan su piel para poder desplazarse de un lado a otro rápidamente. Ni el aleteo de sus alas ni su presencia boca abajo en las cuevas. Estos seres vivos consiguen arreglárselas para situarse en la piel sin poder zafarse. Así ha venido ocurriendo desde hace millones de años, tiempo que les ha permitido a los parásitos adaptarse a las nuevas formas de vida de los murciélagos.
Veamos, por tanto, cómo es el funcionamiento de estos parásitos para poder moverse de una a otra colonia rápidamente, cuáles son las claves que utilizan para evitar ser devorados o, simplemente, aplastados sobre la piel de los murciélagos y, por supuesto, por qué nos encontramos ante un instinto de supervivencia que se ha mantenido vigente durante millones de años.
Los parásitos que utilizan a los murciélagos como taxis personales
De acuerdo con las imágenes que se pueden ver a continuación, este parásito, tras ser analizado en profundidad por especialistas, proviene de la mosca común. Años y años de profunda evolución le ha permitido desarrollar una nueva imagen, así como la disposición de patas especializadas en agarrar con fuerza el cuero cabelludo de los murciélagos. De esta forma, pueden mantenerse firmes sobre la espalda de los mismos sin riesgo a que caigan en pleno vuelo. Así es cómo consiguen desplazarse de una colonia a otra rápidamente dentro de una cueva.
Este perfeccionado sistema de desplazamiento ha provocado que estos parásitos sean parientes, ya muy lejanos, de la mosca. Conocido como Mystacinobiids, nos encontramos ante un parásito que es el mejor ejemplo para explicar la ley de Darwin, ya que ha sabido adaptarse a las condiciones del ecosistema para poder sobrevivir. Su forma de adaptarse a la piel y pelo de los murciélagos le ha permitido poder hacerse un hueco en la cadena trófica, algo esencial para garantizar la supervivencia de esta especie.
Cuentan con un tamaño que discurre entre los 4 y 9 milímetros, por lo que pueden pasar desapercibidos dentro de la capa de pelo denso de los murciélagos. Son apreciables a simple vista. De igual modo, disponen de 6 patas para poder moverse fácilmente por el cuerpo del murciélago hasta alcanzar la próxima parada. En cada uno de los desplazamientos, puede haber varios miembros de una colonia, lo cual ayuda a una reproducción en otras áreas dentro de una cueva. Esta es, sin duda alguna, la causa que le ha permitido extenderse, principalmente, en Nueva Zelanda.