Estudiantes chinos recuperan una receta de arroz de hace 2.000 años. No sabemos si saldrá en MasterChef
El resultado de recrear una receta del siglo I a.C. no solo ha sido sabroso, sino revelador

La cocina, como si se tratase de la historia, también puede investigarse y reinterpretar. Esto es lo que ha hecho un grupo interdisciplinar de estudiantes chinos, pertenecientes a la Universidad de Hunan y a la Universidad de Agricultura de China, amabas ubicadas en Pekín. Su trabajo ha consistido en dar vida a una receta de arroz que fue hallada en un manuscrito conocido como Shi Fang y que fue hallado en la tumba de un militar y político de hace siglos.
Una receta de arroz que tiene 2.000 años
Hoy en día, si queremos replicar una receta, basta con ver un vídeo en YouTube o devorar libros con todo lujo de detalles. Sin embargo, en el siglo I a.C. no existían tantas facilidades. Los estudiantes se toparon con fragmentos escritos en caracteres antiguos y sin mención alguna a los tiempos de cocción. Imagina intentar hacer una paella con los detalles en una postal vieja y medio quemada. Pues eso.
Si hablamos del Shi Fang, no hablamos de un libro de cocina convencional, sino de un texto funerario con información acerca de las prácticas alimentarias de la dinastía Han. El primer reto fue traducirlo. El segundo, entender cómo se cocinaba en una época sin inducciones ni robots de cocina. Los estudiantes investigaron utensilios de hace dos milenios y los adaptaron a la actualidad sin traicionar el espíritu original, tal y como se asegura en el medio China Daily.
Durante la investigación, se optó por pedir ayuda al profesor Shi Jing, de la prestigiosa Academia Yuelu. Este les recomendó prescindir del yan, un raro recipiente de cocción, y optar por técnicas tradicionales que aún perduraban en las regiones rurales del país: vaporeras de bambú, ollas de barro y una paciencia de otro siglo. Sin embargo, aún quedaba un detalle clave.
¿Cuál era el arroz ideal para esta receta? Existen alrededor de 40.000 variedades que se cultivan en la actualidad, con lo que la tarea no iba a ser sencilla. Por suerte, los estudiantes contaron también con la ayuda del chef He Juxian, que seleccionó un arroz no glutinoso que podía ser similar al que se cultivaba en la era Han.
La preparación de la receta era casi un ritual: se ponía a remojo el arroz durante 30 minutos, se realizaba una cocción inicial para después secarlo al aire. Más tarde, se le daba una segunda cocción, siempre siguiendo las escuetas instrucciones escritas hace más de veinte siglos. El resultado fue un arroz reconfortante, según el profesor Peter Brian Ditmanson, recordando a esos platos que se quedan en el recuerdo y hacen sentir bien. Y es que la cocina es otra forma de cultura y de identidad de toda una nación.