Funcionarios estadounidenses republicanos critican los recortes de Trump en la NASA: "Son absurdos"
La exploración espacial debería ser una carrera por el conocimiento y no solo una carrera de cohetes

Tenemos que hacernos eco de un comunicado publicado en la página web Real Clear Science y que ha sido firmado por Newt Gingrich, Bob Walker y Charles Miller, funcionarios republicanos. La premisa es simple: la NASA necesita modernizarse y adaptarse a los retos actuales, pero debe hacerlo sin cargarse sus "programas científicos de clase mundial". La polémica está servida.
No más recortes imprudentes en la NASA
El comunicado destaca que Estados Unidos ha liderado la ciencia mundial durante casi un siglo y que los recortes esperados, que podrían llegar a ser del 50%, sería como tirar por la borda décadas de avance y liderazgo. Los funcionarios, entre los que se encuentra un antiguo asesor de la NASA, aseguran que el mensaje que se estaría enviado sería realmente demoledor, insinuando que Estados Unidos renunciaría a su papel protagonista en la exploración del cosmos.
Los firmantes del documento no niegan que haya que acometer reformas en la NASA. De hecho, exponen las medidas que tomarían para impulsar a la agencia espacial: *reducir la burocracia, eliminar procesos duplicados, acabar con la aversión excesiva al riesgo y apostar por métodos de gestión más eficientes. Pero, sobre todo, por lo que apuestan es por recuperar el espíritu innovador que convirtió a la NASA en un icono global.
Hay que continuar inspirando a las futuras generaciones de científicos e ingenieros, que son los que realmente impulsar a la agencia espacial para conseguir todos sus logros. Y existen ejemplos claros acerca de que es necesario reformar la NASA. Por ejemplo, sabemos que construir el telescopio espacial James Webb tuvo un coste diez veces superior al previsto. En la actualidad, con las tecnologías de vanguardia que conocemos, misiones igual de ambiciosas hubiesen tenido un coste menor.
Y si hablamos de exploración espacial, no podemos olvidarnos de Marte. La misión Mars Sample Return se proyectó con un presupuesto de 3.000 millones de dólares y hace un año el montante total ya ascendía a 11.000 millones. Tal y como declaran los funcionarios críticos con la administración Trump, y también con la NASA, "a este ritmo, SpaceX llevará astronautas a Marte, que simplemente saldrán caminando y recogerán las muestras del suelo marciano".
Además, también se abordan la infrafinanciación de proyectos terrestres, como la heliosfera o la defensa planetaria, que son realmente necesarios si queremos comprender cómo las tormentas solares afectan a nuestra tecnología o cómo protegernos en caso de que un asteroide potencialmente peligroso se acercase a nuestra posición.
Los funcionarios aseguran que existen soluciones, ya se ha demostrado que compañías privadas pueden realizar el mismo trabajo que la NASA a un precio inferior, pero que habría que impulsar esa colaboración en lugar de realizar excepcionales recortes en la agencia espacial. Al fin y al cabo, recortar en ciencia es retroceder, mientras que reformarla es avanzar. Quizás hacia un planeta más sostenible, quizás hacia una exploración espacial sin precedentes.
