Hay un país fuera del foco de atención que puede haber dado con la manera de tener la fuente de energía más poderosa. No es ni China ni Estados Unidos

La energía nuclear es centro de controversias ya que pese a no producir emisiones de CO2 sí genera residuos radioactivos cuyo tratamiento y gestión son cuestiones complejas de resolver

Hay un país fuera del foco de atención que puede haber dado con la manera de tener la fuente de energía más poderosa. No es ni China ni Estados Unidos
En la necesidad de buscar energías limpias siempre surge el debate sobre la nuclear como fuente de producción a aprovechar o descartar
Publicado en Ciencia

Que el mundo actual se encuentra inmerso en una tensión de bloques es algo que nadie discute ya. Cuestiones como la crisis energética provocada por los conflictos internacionales y por el cambio climático, la explotación de las tierras raras y demás materiales valiosos o las políticas arancelarias muestran de forma cada vez más clara el enfrentamiento y el ansia por tomar una posición predominante en cualquier ámbito.

Lo habitual es que las miradas estén puestas en China y Estados Unidos, con Europa buscando un papel neutral en el que ninguno de sus aliados salga demasiado perjudicado de los frentes que se puedan originar. Con ese panorama ha habido un país que ha sabido moverse bien en el campo de la investigación energética y que puede haber dado el sorpasso a los grandes estados referentes y que no es Dinamarca, de cuya planta de amoniaco verde hablamos recientemente.

Canadá y su paso al frente en materia energética

Nos referimos a Canadá, que a través de la startup General Fusión y aprovechando una tecnología desarrollada en los años 70 y llamada Fusión de Objeto Magnetizado ha logrado un importante avance en la generación de energía limpia mediante fusión nuclear. A través de un prototipo de reactor de fusión, el LM26, han logrado crear plasma, fundamental en el contexto de la fusión nuclear porque es el estado de la materia en el que los átomos se encuentran completamente ionizados, es decir, con los electrones separados de los núcleos atómicos.

Este reactor utiliza compresión mecánica junto a un potente campo magnético para generar temperaturas extremas (superiores a los 100 millones de grados Celsius) que permiten la fusión de átomos de hidrógeno, liberando gran cantidad de energía. Aunque existen otras tecnologías de fusión, la Fusión de Objeto Magnetizado ha demostrado ser la más eficiente hasta ahora a pesar de su falta de proyección más allá de su desarrollo inicial hace más de cincuenta años.

Actualmente, el reactor LM26 usa un muro de litio sólido y compresión mecánica con electroimanes. Sin embargo, General Fusion está investigando cómo hacerlo funcionar con litio en estado líquido, lo que lo haría más eficiente y reduciría las pérdidas de energía.

Todo ello buscando un horizonte que le permita obtener una fuente de energía de gran poder y alto rendimiento a pesar de no contar con tecnología tan avanzada como China o Estados Unidos o precisamente por haber sabido explotar uno de los puntos fundamentales de la sostenibilidad que tanto se busca: los recursos ya existentes y en este caso Canadá lo hace con la Fusión de Objeto Magnetizado.

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