Esta es la pintura definitiva: un material formado con nanopartículas que nunca pierde el color

Olvídate de los antiguos pigmentos y da la bienvenida a las partículas del futuro.

Esta es la pintura definitiva: un material formado con nanopartículas que nunca pierde el color
Mariposas de metal pintadas con el nuevo tipo de pintura ideado en la Universidad de Florida Central. UFC
Publicado en Ciencia

No parece que los conceptos de 'mariposa' y 'pintura' tengan demasiada relación, pero sin duda alguna, cuando acabes de leer este artículo comprenderás el fundamental papel que han desempeñado estos insectos, algunos de ellos en peligro de extinción, a la hora de crear un nuevo tipo de pintura. Cuando decides pintar un cuadro o una pared, ya sea con una brocha o una pistola de pintura profesional, la innovación no aparece por ningún lado. O al menos eso creíamos hasta ahora, cuando hemos conocido la pintura definitiva.

Mariposas y nanopartículas plasmónicas, el futuro de la pintura ya ha sido creado

Todo el mundo sabe lo que es la pintura, pero quizás la mayoría desconocemos el proceso por el que un líquido puede adoptar diferentes colores. En las pinturas clásicas, los materiales son complementados con moléculas de pigmento, que les confieren el color deseado. Estos pigmentos son capaces de absorber algunas longitudes de onda de la luz y reflejar otras, lo que hace que podamos ver diferentes colores. Sin embargo, la investigación que nos ocupa elimina el uso de estas moléculas y ha sido ideada por Debashis Chanda, investigador de la Universidad de Florida Central, y publicada en la revista Science Advances.

Si te preguntas qué componente se ha utilizado para dar color a este nuevo tipo de pintura, la respuesta es partículas a nanoescala. Esta es la denominada pintura plasmódica, que viene a hacer referencia a las nanopartículas plasmónicas, que son partículas metálicas de dimensiones nanométricas. Una de las ventajas del uso de esta pintura del futuro es que elimina la necesidad de incluir pigmentos, que en ocasiones pueden resultar tóxicos. Y es que la pintura plasmódica utiliza nanopartículas de aluminio, donde el color vendrá determinado por la distancia entre las mismas, y es creada mezclando estas con un aglutinante.

Otra gran ventaja de la pintura plasmódica es que, a diferencia de la pintura tradicional, ésta no se desvanece con el tiempo. Debashis asegura que las nanopartículas no cambian con el paso del tiempo y que una vez se ha pintado una superficie con ellas, ésta permanece igual durante décadas. Además, esta pintura necesita de un grosor menor para adherirse, tal es así que para cubrir un Boeing 747, que necesitaría de casi 500 kilogramos de pintura, únicamente harían falta 900 gramos de pintura plasmódica.

Por último, dado que este nuevo tipo de pintura refleja todo el espectro infrarrojo, el material al que se adhiere podría mantenerse casi 20ºC más frío que si lo pintásemos con material tradicional. Por el momento, como podrás suponer, la gran desventaja de la pintura plasmódica es que solamente puede ser fabricada en pequeñas tandas en un laboratorio, con lo que apenas nadie puede utilizarla. Eso sí, como se consiga escalar su producción, podríamos estar ante una incipiente revolución para la industria, la ingeniería y la arquitectura.

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