8 importantes descubrimientos que le debemos a la casualidad
Los mayores descubrimientos e invenciones de la historia no siempre han sido fruto de largos y duros trabajos. Conoce alguno de los hallazgos más afortunados.

A lo largo de la historia, miles de científicos han llevado a cabo descubrimientos que han servido para mejorar nuestra calidad de vida y para ayudarnos a avanzar como sociedad.
Sin embargo, no todos los descubrimientos científicos realizados por el ser humano estaban planificados. Existe una serie de hallazgos realmente importantes que han ocurrido de una forma muy especial. Estos son conocidos como serendipias.
Las serendipias ocurren cuando buscamos algo distinto
La Wikipedia define la serendipia como un hallazgo o descubrimiento que se produce de manera inesperada, por casualidad. Es posible incluso que ocurra cuando buscamos algo totalmente distinto, como en muchos de los casos que describiremos a continuación. No es un término común, e incluso distintas controversias han tenido lugar entorno a la propia palabra.
El microondas, por casualidad
Para entender esta historia, debemos conocer primero qué es un magnetrón. Se trata de un dispositivo que transforma la energía eléctrica en energía electromagnética, en forma de microondas.
Sabiendo esto, podemos decirte que Percy Spencer, físico estadounidense, inventó el microondas gracias a una barrita de chocolate. Spencer se encontraba trabajando con un magnetrón, cuando este derritió el almuerzo que guardaba en su bolsillo. Al percatarse, comenzó a estudiar el efecto de esta energía, creando años después el primer microondas.
Post-it, un descubrimiento inesperado
Spencer Silver, químico, se encontraba manipulando adhesivos de acrilato. Todo marchaba como siempre cuando, debido a un error, sintetizó un pegamento que se adhería con muy poca fuerza. ¿Qué podía hacer con un pegamento que no pegaba?
Parecía algo inservible y ahora llena oficinas
Muy probablemente lo hubiera desechado si no llega a ser por uno de sus compañeros, Art Fry. Este tuvo una ingeniosa idea y usó el aparentemente inservible adhesivo para crear separadores de páginas que pudiesen ir pegándose y despegándose. El resto de la historia no es muy difícil de imaginar.
La viagra, un error algo abultado
La creación, por error, de la conocida pastilla, tuvo lugar en el año 1992, en una pequeña ciudad de Gales. Una serie de voluntarios se encontraban participando en el estudio de un nuevo medicamento, destinado a tratar la angina de pecho.
Aquella pastilla contenía citrato de sildenafilo, principal componente de la viagra que se usa hoy en día, por lo que los participantes de la prueba sufrieron una serie de efectos secundarios bastante llamativos. Estos acudieron rápidamente a los responsables, que tomaron buena nota de lo ocurrido.

Pastilla de citrato de sildenafilo, más conocida como Viagra. PZIFER
La penicilina, un antibiótico por sorpresa
Nos encontramos ante una de las serendipias más conocidas. En este caso nuestro protagonista es el conocido científico Alexander Fleming. Este tenía fama de ser bastante despistado, y gracias precisamente a esta característica, millones de vidas se han salvado desde entonces.
Era un día cualquiera de trabajo y Fleming se encontraba estudiando a un grupo de microorganismos, cuando se percató de que una muestra de sus bacterias se había contaminado.
Un despiste y una misteriosa sustancia
Una extraña clase de hongo había aparecido alrededor de su cultivo, y este, además, bloqueaba la proliferación de las bacterias. Fleming, asombrado, comenzó a estudiar aquella misteriosa sustancia. Hoy en día es conocida como penicilina y es el antibiótico más utilizado en todo el mundo. Como podemos leer en el diario ABC, revolucionó el mundo de la medicina.
Los neumáticos, descubrimiento prestado
El proceso a través del cual se fabrican los neumáticos fue descubierto de causalidad por Charles Goodyear en 1839. Este es conocido como vulcanización y se basa en el calentamiento de caucho utilizando azufre, para hacerlo más duro y resistente ante los agentes externos.
El patentado de esta técnica se produjo años después, al igual que la fundación de la prestigiosa compañía Goodyear. Como curiosidad, esta no fue creada por nuestro protagonista, sino por Frank Seiberling, quien decidió utilizar el apellido como homenaje al creador de tan útil técnica.

Sin el proceso de vulcanización, ¿qué movería nuestros coches? Automóviles Palma
Grafeno, el material del futuro
Como bien nos muestran en El País, corría el año 2004 y Andre Geim, profesor de la Universidad de Manchester, se encontraba realizando un proyecto junto a uno de sus alumnos. Ambos habían decidido estudiar el grafito, pero para ello era necesario obtener una lámina realmente fina y pura de este material.
En un giro inesperado, tuvieron una idea. Comenzaron a fijarse en las finas capas que resultaban del proceso de preparación del grafito. En ellas hallaron lo que hoy conocemos como grafeno, monocapas cristalinas de grafito.
Patatas chips, todo por una queja
Se trata de uno de los productos más consumidos en todo el mundo, a pesar de su negativo efecto sobre nuestra salud. Como nos informan desde El Arte de la Cocina, su creación se produjo en el año 1853, gracias a un cocinero, George Crum, y un cliente protestón.
Gracias a un cliente sibarita, nacieron las patatas fritas
Este último se quejaba de que las patatas que le habían servido eran demasiado gruesas. Crum, descontento con las críticas, decidió volver a cocinarlas dándoles un grosor extremadamente fino. Tras esto, las hizo freír, obteniendo un snack tremendamente crujiente.
El velcro, inspirado en la naturaleza
El ingeniero Georges de Mestral realizó un viaje a Suiza en el año 1941. Dispuesto a disfrutar de la naturaleza, decidió recorrer una ruta de senderismo. Tras un rato caminando, pudo observar cómo sus pantalones se habían llenado de semillas y restos de plantas, que viajaban adheridos a su tela.
Este suceso le haría pensar y diseñar un sencillo sistema a partir del cual pudiéramos adherir objetos o partes de objetos, de una forma fácil. El velcro no tardó en hacerse muy popular, otorgándole fama y riqueza. Como el propio Mestral declaró a sus 82 años al diario The New York Times:
Fue una de esas pequeñas cosas que se vendieron muy bien.
El azar, a veces afortunado
Como has podido ver, muchas de las cosas que nos hacen la vida más fácil surgieron de la nada, y gracias a la casualidad. Productos del azar que marcaron un antes y un después en la sociedad, ayudando en ámbitos tan diversos como la gastronomía o la medicina.