La Agencia Espacial Europea y Blue Origin se unen en una alianza para alcanzar la órbita terrestre
La Agencia Espacial Europea ya tiene puestos sus objetivos estratégicos para la nueva era espacial y para ello necesita a Blue Origin. La misión final será colonizar Marte

La Estación Espacial Internacional (ISS), principal laboratorio orbital de la humanidad se acerca a su retiro previsto para finales de esta década. Su desmantelamiento no será abrupto: se planea una reentrada controlada sobre una zona oceánica deshabitada, con SpaceX encargada del desarrollo del vehículo de desorbitación. Sin embargo, la presencia humana en la órbita baja terrestre no desaparecerá. En su lugar, se están preparando nuevas estaciones espaciales comerciales, lideradas por empresas privadas.
En este contexto, la Agencia Espacial Europea (ESA) busca asegurar su papel en la próxima era espacial. Un paso clave ha sido la firma de un Memorando de Entendimiento (MoU) con Blue Origin, la empresa espacial de Jeff Bezos, y el gigante aeroespacial europeo Thales Alenia Space. Este acuerdo, anunciado durante el Salón Aeronáutico de París, explora la colaboración en la futura estación espacial comercial Orbital Reef, desarrollada por Blue Origin.
La Agencia Espacial Europea quiere seguir trabajando para enviar personas a Marte
Orbital Reef está concebida como un “parque empresarial mixto” en órbita baja, con capacidad inicial para seis personas, ampliable a más de diez. Sus usos potenciales incluyen investigación científica, producción cinematográfica en microgravedad e incluso turismo espacial. El acuerdo contempla la posibilidad de enviar astronautas y cargas europeas a la estación, así como desarrollar componentes europeos, desde subsistemas pequeños hasta módulos completos. También se evalúa el uso de servicios comerciales europeos para transportar carga y tripulación, fortaleciendo la industria espacial del continente.
Beautiful view of the Earth from the ISS 📷 pic.twitter.com/lOjlmVyOgk
— Curiosity (@MAstronomers) June 18, 2025
Paralelamente, la ESA ya está probando su participación en el nuevo ecosistema espacial mediante misiones privadas a la ISS. Un ejemplo fue la participación del astronauta sueco Marcus Wandt en la misión Ax-3 (enero-febrero de 2024), y se espera que el polaco Sławosz Uznański-Wiśniewski participe en la próxima misión Ax-4, prevista para junio de 2025, tras algunos retrasos. Estas misiones de corta duración permiten a los astronautas centrarse exclusivamente en investigaciones científicas, sin la carga del mantenimiento diario habitual de las misiones largas.
El acuerdo con Blue Origin subraya el interés estratégico de Europa por mantenerse relevante en la próxima etapa de la exploración espacial, mientras SpaceX continúa liderando el transporte espacial hacia la ISS, la Luna e incluso más allá, con miras a la futura colonización de Marte. Sin duda, la comunidad debe celebrar este acuerdo, ya que la barrera orbital de nuestro planeta es la última frontera que el ser humano debe atravesar para tener abierto el camino hacia una exploración que sin duda merecerá la pena en todos los sentidos. No solo eso, sino que abriremos una ruta que dará oportunidades infinitas.