La historia de la tumba de Qin Shi Huang: 50 años después de ser hallada no se atreven a abrirla

Tumbas y momias son dos caras de la misma moneda y además son un recurso imprescindible para los arqueólogos. Ejemplos hay muchos, como el Niño de Oro del Antiguo Egipto o también se encuentra el hombre de hielo de los Alpes. Al otro lado del mundo tenemos la tumba del emperador Qin Shi Huang, la cual nadie se ha atrevido a abrir todavía por muchas razones.
Respecto a esta última, fue hallada en 1974 por un grupo de agricultores que mientras araban encontraron un fragmento de figura humana hecha de arcilla. A partir de aquí, y de acuerdo con Iflscience, fue solo la punta del iceberg. Las excavaciones posteriores revelaron la enorme y solemne tumba del emperador Qin Shi Huang guardada por el famosísimo ejército de terracota.
La tumba nunca se ha abierto y se dice que está repleta de trampas
A pesar de que las excavaciones han descubierto en toda su extensión las figuras que representan a este ejército, la tumba del emperador no ha sido abierta jamás. Después de más de 50 años desde su hallazgo, Qi Shi Huang sigue descanso en paz en su lecho donde fue enterrado en el año 210 antes de nuestra era.
¿Por qué los expertos e investigadores no se atreven a abrirla? Pues hay dos razones principales para que esto continúe así. La primera es que los arqueólogos tienen miedo a que abrir la tumba del emperador provoque daños irreversibles que destruyan parte del material que se encuentra dentro.
Esto ya ha pasado en otras ocasiones. Las técnicas arqueológicas no han sido “suaves” a lo largo de la historia. Por ejemplo, a finales del siglo XIX, el alemán Heinrich Schliemann inició excavaciones en la supuesta ciudad de Troya utilizando dinamita, lo que destruyó gran parte del patrimonio.
Los arqueólogos chinos no quieren correr ningún riesgo, por lo tanto, están reflexionando sobre qué técnicas aplicar para que no haya ningún peligro extra y todo pueda acabar viéndose sin dañar nada.
La segunda razón es quizá más supersticiosa, aunque tiene una parte de verdad según los estudios recientes. Si estáis pensando que algunas tumbas de líderes de la antigüedad tienen trampas al estilo de las películas de Indiana Jones, estáis en lo cierto.
En concreto la tumba de este emperador chino, y según las fuentes de la época, fue equipada con trampas explosivas, también con arcos y flechas e incluso con una trampa que produciría una riada de mercurio que arrastraría a los que pretendieran saquear la tumba.
'You can't take it with you', they say. Not according to Qin Shi Huang. Here's his army accompanying him in the grave. Terracotta Army, Xi'an, China. Art and War for Day 45 of #MuseumsUnlocked @MuseumsUnlocked @profdanhicks pic.twitter.com/l9GDsIBjpq
— Rosie Edge (@edgerose) May 15, 2020
Los estudios realizado sobre la tumba han revelado que de verdad hay una concentración de mercurio más alta de lo previsto. Sin embargo, después de 2.000 años se espera que este tipo de trampas se hayan desactivado por sí solas. Aunque no hay forma de saberlo hasta que se la tumba se abra.
Por el momento el secreto de esta tumba va a continuar bajo llave. Se supone que dentro y al lado del emperador hay multitud de riquezas, aunque todavía nada se ha certificado. Como siempre decimos, habrá que esperar para ver si el equipo encargado pone en marcha nuevas técnicas para saber lo que hay en realidad dentro. El tiempo dirá.