La lluvia ácida podría volver a caer en Estados Unidos. Los recortes hechos por Donald Trump son la clave para saberlo

"Gente real saldrá herida, especialmente niños", asegura la administradora de la EPA durante la administración de George W. Bush

La lluvia ácida podría volver a caer en Estados Unidos. Los recortes hechos por Donald Trump son la clave para saberlo
La lluvia ácida podría ser una grave consecuencia de la eliminación de regulaciones en Estados Unidos
Publicado en Ciencia

El cambio climático y la salud son dos conceptos que van más de la mano de lo que podrías pensar. Sin embargo, el gobierno de Donald Trump parece mucho más preocupado por eliminar todo rastro de sus antecesores y por elevar a Estados Unidos hacia la máxima potencia económica de los últimos años. A cambio, sus ciudadanos podrían tener que enfrentarse a consecuencias imprevisibles por las regulaciones aprobadas en los últimos meses que, como podrás comprobar a continuación, parecen ideadas para someterles a un escenario casi apocalíptico.

El regreso de la lluvia ácida a Estados Unidos

Lee Zeldin, administrador actual de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, es el protagonista del comunicado publicado en la página web de la EPA, en el que se revocan hasta 31 regulaciones que estaban vigentes en el país y que eliminarán límites de polución de vehículos y centrales de energía, restricciones a la emisión de mercurio, causante de trastornos neurológicos y del comportamiento, y la protección de ríos y cuerpos de agua.

No solo anuncian a bombo y platillo el fin de regulaciones que defendían el medio ambiente y a los ciudadanos de Estados Unidos, sino que afirman con orgullo que "estamos clavando una daga al corazón de la religión del cambio climático", como si hablásemos de un ente sobrenatural y no de un grave problema que afecta a todo el planeta. El objetivo es claro: ahorrarse miles de millones de dólares para gastarlos en otras áreas y, así, potenciar el crecimiento del país.

Sin embargo, parece que un enemigo está agazapado en las sombras, esperando el momento en que se den las circunstancias propicias para su regreso. Estamos hablando de la lluvia ácida, un tipo de lluvia que aparece cuando la humedad del aire se combina con óxidos de nitrógeno, dióxido de azufre o trióxido de azufre. Las sustancias regresan a la tierra y destruyen cosechas, plantas y contaminan a la población.

Gene Likens, científico que contribuyó a identificar precipitaciones ácidas en la década de 1960 en Estados Unidos, ha asegurado en The Guardian que "estoy muy preocupado de que pueda suceder (el regreso de la lluvia ácida)". De hecho, afirma que "ciertamente no es imposible que pueda suceder".

Durante la década de 1980, el agua de Estados Unidos era diez veces más ácida de lo normal, lo que se convirtió en un desastre natural de grandes proporciones, con lagos y ríos imposibles de habitar para muchas especies animales, la tierra con menos nutrientes de lo habitual y una lluvia que dañaba plantas, árboles e, incluso, edificios.

William Reilly, antiguo administrador de la EPA en la década de 1990, asegura que "no es probable que volvamos a ver lluvia ácida", aunque advierte que "esta administración podría devolvernos al mundo preEPA". Estados Unidos tendría que enfrentarse a un aire contaminado, una polución visible y a un futuro descorazonador, simplemente por un deseo irrefrenable por conquistar la cima económica, pasando por encima de quien haga falta. Incluso del propio planeta.

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