La vez que la NASA pidió ayuda para una misión a quien menos cabría esperar: El Vaticano

¿Qué relación puede haber entre la NASA y El Vaticano a la hora de analizar el asteroide Bennu? He aquí algunas de las claves más destacadas para poder entender lo que está ocurriendo.

La vez que la NASA pidió ayuda para una misión a quien menos cabría esperar: El Vaticano
El asteroide Bennu es una de las potenciales amenazas de la Tierra al contar con una trayectoria parecida. Wikipedia
Publicado en Ciencia

Bennu es un asteroide próximo a la Tierra de unos 500 metros de diámetro que, en cierto sentido, podría impactar contra la Tierra en el año 2182. Además, habría una probabilidad de una entre 2.700 de que esto ocurriese entre los años 2175 y 2199. Es cierto que las probabilidades de que esto ocurra son bajas, pero ya están llevándose a cabo estudios para tratar de mitigar, aun más, la posibilidad de que esto ocurra. Cabe precisar que ya se han obtenido muestras de su composición para entender de qué está hecho y, por supuesto, cómo se podría actuar para evitar cualquier tipo de accidente espacial.

Y bien, ¿qué tiene que ver El Vaticano en esta historia? Al parecer, la NASA ha pedido ayuda al Estado presente en Europa para poder manipular los restos obtenidos en el Espacio. La misión llevada a cabo por OSIRIS-Rex permitió extraer en torno a un vaso de muestras. Se trata de una prueba para conocer más sobre un asteroide que podrí producir importantes daños en nuestro Planeta si, en algún momento futuro, nos cruzásemos en su trayectoria. Veamos en qué podría consistir la colaboración.

La NASA pide ayuda a El Vaticano para poder manipular restos de Bennu

Bennu es un viejo conocido de las principales agencias espaciales. Curiosamente, El Vaticano posee una herramienta precisa para analizar los pequeños restos de asteroides que caen a la Tierra. Son enviados a un lugar determinado en el que se pueden obtener sus propiedades y, en general, las materias primas de las que están compuestos. La NASA, por tanto, precisa de esta tecnología específica para conocer más sobre esta masa de 500 metros de diámetro que comparte, teóricamente, un mismo punto de paso con la Tierra en el futuro.

El objetivo es dejar caer a unos 101.000 kilómetros sobre nuestro planeta la muestra. Los estudios predicen que los restos caerán en un lugar localizado en el Estado de Utah, Estados Unidos. El objetivo de recoger los fragmentos de Bennu y poder analizarlos con la tecnología que hay disponible en El Vaticano. No será una tarea sencilla, ya que varias son las etapas que todavía deben darse a lo largo de los próximos meses.

Y bien, ¿cómo es posible que un órgano religioso que apenas busca entrometerse en asuntos relacionados con el Espacio cuente con un área de investigación de esta clase? Lo cierto es que se dispone de una colección de hasta 1.200 restos de asteroides que han ido cayendo a lo largo de la historia. Estas instalaciones llevan desde el año 1930 y, actualmente, el encargado de su conservación es el religioso Robert J. Macke.

La NASA le ha pedido, de acuerdo con la información de Mashable, que acuda al Centro Espacial Johnson en Houston para analizar los restos obtenidos hace tres años en Bennu. Puede ser un importante avance en el estudio del satélite que podría impactar contra la Tierra en el futuro. Habrá que esperar un poco todavía para que pueda tener lugar el encuentro entre el religioso y las muestras obtenidas. Al fin y al cabo, se cree que estas llegarán a nuestro Planeta antes de que finalice el año.

Para ti
Queremos saber tu opinión. ¡Comenta!