Las 5 medusas más peligrosas de las playas españolas y cómo reconocerlas
Guía completa para reconocer y protegerte de las medusas más peligrosas que pueden encontrarse en las playas de España

Las costas españolas, bañadas por el océano Atlántico y el mar Mediterráneo, albergan una gran diversidad de especies marinas, incluyendo diversas medusas. Aunque muchas son inofensivas, algunas representan un riesgo significativo para los bañistas debido a sus picaduras urticantes. A continuación, se detallan las cinco medusas más peligrosas que pueden encontrarse en las playas de España, junto con sus características distintivas para facilitar su identificación.
- Carabela portuguesa (Physalia physalis)
- Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca)
- Acalefo radiado (Chrysaora hysoscella)
- Medusa cruz (Olindias phosphorica)
- Avispa de mar (Carybdea marsupialis)
- Recomendaciones para prevenir picaduras
- ¿Qué hacer en caso de picadura?
- Medusas y otras curiosidades
Carabela portuguesa (Physalia physalis)
Aunque comúnmente se la denomina medusa, la carabela portuguesa es en realidad un sifonóforo, una colonia de organismos trabajando en conjunto. Se caracteriza por una estructura flotante en forma de vela de color azul o púrpura que sobresale del agua, permitiéndole desplazarse con el viento. Sus tentáculos, que pueden extenderse hasta 30 metros, contienen un veneno potente con propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas. El contacto con estos tentáculos puede provocar un dolor intenso, problemas respiratorios e incluso paros cardíacos en casos extremos. Aunque es más frecuente en el Atlántico, ocasionalmente se avista en el Mediterráneo, especialmente tras fuertes vientos o corrientes.

La carabela portuguesa (Physalia physalis) no es una medusa, sino un sifonóforo cuyas colonias flotantes, de un intenso color azul o púrpura, esconden tentáculos capaces de extenderse hasta 30 metros y liberar un veneno altamente neurotóxico, citotóxico y cardiotóxico, provocando dolor extremo, parálisis e incluso fallos cardíacos en los casos más graves
Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca)
Esta especie es una de las más comunes en las costas españolas y se reconoce por su capacidad de emitir destellos de luz en la oscuridad, fenómeno conocido como bioluminiscencia. Presenta una umbrela semiesférica de color rosado o púrpura, cubierta de pequeñas verrugas. Sus tentáculos largos y finos pueden causar picaduras muy dolorosas, acompañadas de irritación y, en algunos casos, síntomas sistémicos como náuseas y dificultades respiratorias. Suele encontrarse en aguas abiertas, pero durante los meses de verano puede acercarse a la costa en grandes grupos.
Acalefo radiado (Chrysaora hysoscella)
Conocida también como medusa compás, esta especie se distingue por su umbrela de hasta 30 centímetros de diámetro, adornada con 16 bandas radiales de color marrón que recuerdan a los puntos cardinales de un compás. Su coloración varía del blanco amarillento al marrón claro. Los tentáculos, que cuelgan desde el borde de la umbrela, pueden infligir picaduras dolorosas que causan enrojecimiento, hinchazón y, en casos severos, síntomas sistémicos. Es frecuente en las aguas frías del Atlántico, especialmente en las costas del norte de España, aunque también puede aparecer en el Mediterráneo.

El acalefo radiado (Chrysaora hysoscella), también conocido como medusa compás, destaca por su umbrela de hasta 30 cm de diámetro con 16 bandas radiales marrones, cuyos tentáculos pueden provocar picaduras dolorosas, irritación intensa y síntomas sistémicos en contacto con la piel
Medusa cruz (Olindias phosphorica)
Esta pequeña medusa, que puede alcanzar hasta 8 centímetros de diámetro, es transparente y presenta una cruz característica en su umbrela, de ahí su nombre común. Sus numerosos tentáculos, que pueden llegar a 120, son finos y largos, y contienen células urticantes capaces de provocar picaduras muy dolorosas. Habita en aguas poco profundas, especialmente en zonas con abundante vegetación marina como las praderas de posidonia. Es común en el mar Mediterráneo y puede ser avistada en las costas españolas durante los meses más cálidos.
Avispa de mar (Carybdea marsupialis)
Aunque comparte su nombre común con la peligrosa avispa de mar australiana, Carybdea marsupialis es menos letal pero aún así representa un riesgo considerable. Se caracteriza por su forma cúbica y su pequeño tamaño, generalmente no supera los 3 centímetros de diámetro. Es casi transparente, lo que dificulta su detección en el agua. Sus tentáculos, uno en cada esquina de la umbrela, pueden causar picaduras extremadamente dolorosas, con síntomas que incluyen dolor intenso, enrojecimiento y, en casos severos, síntomas sistémicos como vómitos y dificultades respiratorias. Se encuentra en aguas templadas y es más común en el Mediterráneo, especialmente en áreas cercanas a la costa durante los meses de verano.

La avispa de mar (Carybdea marsupialis) es una pequeña medusa de forma cúbica y casi transparente, lo que dificulta su detección en el agua; sus tentáculos pueden causar picaduras extremadamente dolorosas, acompañadas de enrojecimiento, inflamación y síntomas sistémicos como vómitos y dificultades respiratorias
Recomendaciones para prevenir picaduras
Para minimizar el riesgo de picaduras de medusa, se aconseja:
- Evitar el baño: si se ha informado de la presencia de medusas en la zona.
- No tocar: ni siquiera las medusas varadas o aparentemente muertas, ya que sus células urticantes pueden seguir activas.
- Utilizar protección: como trajes de neopreno o camisetas al nadar en áreas donde se sospecha la presencia de medusas.
- Aplicar crema solar: algunas fórmulas pueden ofrecer una barrera adicional contra las picaduras.
- Mantenerse informado: consultar con las autoridades locales o servicios de socorrismo sobre la posible presencia de medusas antes de entrar al agua.
¿Qué hacer en caso de picadura?
Si se produce una picadura de medusa:
- Salir del agua: para evitar un nuevo contacto y posibles reacciones adversas.
- No frotar la zona afectada: para evitar la dispersión del veneno.
- Lavar con agua de mar: nunca usar agua dulce, ya que puede intensificar el dolor.
- Aplicar frío: utilizar compresas frías o hielo envuelto en un paño durante 15 minutos para reducir el dolor y la inflamación.
- Consultar a un profesional sanitario: si los síntomas
Medusas y otras curiosidades
En las costas españolas se pueden encontrar diversos tipos de medusas, algunas más peligrosas que otras. Conocer las especies de medusas presentes en España es fundamental para la seguridad de los bañistas. Además, el mundo de las medusas es fascinante y alberga especies con características únicas y adaptaciones sorprendentes.
¿Cuál es la medusa más venenosa del mundo?
La avispa de mar (Chironex fleckeri) es la medusa más venenosa del mundo. Su veneno es extremadamente potente y puede causar paros cardíacos en minutos. Se encuentra en las aguas del norte de Australia y el sudeste asiático.