Las ardillas podrían ser claves para explorar el espacio profundo. Necesitamos que nos enseñen una de sus capacidades
Te vamos a llevar de la mano a un laboratorio con una intensa luz roja y repleto de ardillas en estado de hibernacion

Existe un laboratorio en la Escuela de Medicina de Yale donde un par de estudiantes están intentando obtener las claves, tanto fisiológicas como neuronales, de la hibernación a la que se someten anualmente las ardillas. Te sonará a película de ciencia ficción, pero desentrañando los misterios de la hibernación, podríamos desbloquear mejorados trasplantes de órganos, tratamientos contra la anorexia, operaciones más seguras a corazón abierto, trabajar en las recuperaciones de infartos y someter al ser humano al proceso de la hibernación, fundamental para conquistar largas distancias en el espacio.
Descubriendo los superpoderes de las ardillas
Lauren Leffer, redactora del medio Popular Science, ha podido acceder al laboratorio de la Universidad de Yale y ha podido conocer el trabajo que allí se está realizando. La primera sorpresa ha llegado al toparse con centenares de ardillas en hibernación. No solo ha sido la cantidad lo que ha sorprendido a la periodista, sino también que no se trata de animales durmiendo, sino más bien de animales en el abismo de la muerte.
Es verdad que las ardillas alcanzan el estado de torpor a partir del sueño, pero, a diferencia del ser humano, cuyo metabolismo desciende un 15%, en las ardillas que hibernan el metabolismo puede llegar a descender en un 95%. Kelly Drew, profesora de la Universidad de Alaska Fairbanks asegura que su encefalograma parece plano, debido al letargo en el que entran todos los años.

Imagen de una ardilla en letargo en el conocido como hibernáculo de la Universidad de Yale
La científica, en declaraciones recogidas en Popular Science, asegura que durante el estado de letargo, "hay incluso menos actividad que en un estado de coma". Además, asegura que hablar más de muerte que de sueño es una realidad. De hecho, declara que "están justo al límite", añadiendo que "apagan la luz del piloto justo hacia el límite".
Pero, ¿qué beneficios tendría la hibernación en los seres humanos? Un estudio publicado en Cochrane Library asegura que reducir la temperatura corporal ayuda a reducir inflamaciones y a recuperar lesiones cerebrales traumáticas, además de contribuir a la recuperación tras un problema cardíaco. ¿Y si hablamos del espacio? Tanto la NASA como la ESA llevan décadas financiando investigaciones y estudios al respecto.

Estas son algunas de las baldas del hibernáculo del laboratorio de la Universidad de Yale
Puede parecer complicado de imaginar, pero Hannah Carey, profesora emérita de la Universidad de Wisconsin-Madison, asegura que "me gusta decir que el plano de la hibernación está en el plan de juego de los primates, en algún lugar de nuestros cuerpos". Multitud de estudios se dedican a intentar comprender el rompecabezas de la hibernación. ¿Un posible objetivo? Que el ser humano pueda conquistar el espacio a bordo de naves que recorran durante años distancias siderales. Si podremos hacerlo en un estado de letargo, es algo que solamente la ciencia y la tenacidad humana tiene la respuesta. Las ardillas, por cierto, nos muestran cuál es el camino que tenemos que seguir para conseguirlo.