Las nubes más raras que has visto nunca: son del color del arcoíris y se han podido ver en el ártico

El cielo que todos los seres humanos contemplamos desde el planeta Tierra puede tener muchas formas y colores. Entre las cosas más vistosas que podemos ver a simple vista son las nubes y también los arcoíris, ambos forman parte de distintos fenómenos atmosféricos que pueden estar interrelacionados. Sin embargo, ¿puede haber nubes arcoíris? Pues parece que sí y así se ha observado en el ártico.

Hace más de diez días las personas que estaban en el ártico pudieron disfrutar de un espectáculo muy poco común cuando unas raras nubes con los colores del arcoíris se formaron en el cielo antes del inicio oficial de la Navidad. La ola de frío que sufrió la región durante esos días dejó extrañas nubles estratosféricas polares durante al menos tres días.

Nubes a 25 kilómetros de altura del color del arcoíris

Así lo ha contado el sitio web especializado Space Weather la semana pasada. Un fotógrafo noruego declaró para este medio que “las nubes fueron visibles en el cielo durante todo el día, pero los colores realmente brillaron justo antes del atardecer”. Las imágenes que se han compartido del momento han dejado boquiabiertos a todos los expertos y aficionados a estos temas.

Las extrañas nubes, que parecían la decomposición de colores de una mancha de aceite de motor en el suelo, pudieron verse desde lugares como Noruega, Suecia, Finlandia, Alaska y sitios tan al sur como es Escocia, en Reino Unido. Por tanto el fenómeno pudo disfrutarse y catalogarse en muchos lugares en el norte de Europa y Norteamérica.

A pesar de la rareza de las imágenes, no hay por qué asustarse ni es un fenómeno raro. Tales nubes reciben el nombre de “nubes nacaradas” y solamente aparecen en climas extremadamente fríos. Las mismas son creadas por pequeños cristales de hielo que dispersan la luz del sol creando esos bonitos colores de arcoíris en el cielo.

Nubes nacaradas sobre los fríos cielos del norte de Europa, en concreto en Noruega. Fuente: Ramunė Šapailaitė/Facebook

Tales cristales están suspendidos en el cielo a una altitud de al menos 15 a 25 kilómetros, esto nos da una idea de lo lejos que están de la superficie terrestre. Tal es así que es lo más alto donde pueden aparecer nubes, ya que más alto no es posible. Incluso aquí el vapor de agua por las bajas temperaturas se convierte en esos cristales.

Las nubes nacaradas ocurren pocas veces al año en los lugares más fríos del planeta, así que durante los tres días que duraron, los habitantes de estas latitudes pudieron disfrutar de un espectáculo de colores natural envidiable. Esperemos que durante este invierno podamos disfrutar alguna vez más de este fenómeno, habrá que esperar si ocurre.