Los árboles sirven para mucho más que dar oxígeno. Ahora también revelan actividades ilegales en el Amazonas

Tenemos nuevos detectives en la naturaleza y acabamos enterarnos de ello

Los árboles sirven para mucho más que dar oxígeno. Ahora también revelan actividades ilegales en el Amazonas
Algunos árboles del Amazonas pueden mostrarnos actividades ilegales
Publicado en Ciencia

Es uno de los grandes pulmones del planeta, pero llevamos décadas arrasándolo con talas incontroladas y con actividades mineras que no hacen más que empeorar la calidad del entorno. Desde luego, si existe un lugar en el planeta donde poder medir el impacto que el ser humano tiene en la naturaleza, ese es, sin duda, la selva del Amazonas. Ahora, además tenemos de nuestro lado a los árboles, que nos cuentan secretos que desconocíamos hasta ahora.

Buscando contaminación a través de los árboles del Amazonas

Tenemos que acudir hasta el artículo publicado en la revista científica Frontiers in Environmental Science para desentrañar este misterio amazónico. En primer lugar, tendríamos que explicarte que esa zona del planeta es conocida por la gran cantidad de minas ilegales que se utilizan para extraer el poco oro que queda disponible.

Dado que su extracción no es sencilla, los mineros utilizan un método que consiste en añadir mercurio a la tierra para que se una al oro que pueda esconderse. El amalgama resultante tiene un punto de fusión más bajo que el del oro, con lo que quemándolo pueden eliminar el mercurio y obtener el ansiado metal precioso. Eso sí, el vapor producido al realizar la quema puede dañar a los seres vivos que se encuentran alrededor.

Ahora, investigadores de la Universidad de Cornell han viajado hasta Perú para investigar los troncos de algunas higueras, de las que han extraído madera de su núcleo. Tres de las muestras obtenidas se encontraban a pocos kilómetros de ciudades mineras, que se sabe que utilizaban el método descrito anteriormente, y arrojaban un resultado impactante: contenían niveles de mercurio más altos que los de regiones más alejadas de dichas actividades. Jacqueline Gerson, bióloga de la Universidad de Cornell, asegura en un comunicado publicado en la página web de la universidad que:

Hemos demostrado que los núcleos del Ficus insipda pueden ser utilizados como biomarcadores para caracterizar la huella espacial y potencialmente temporal de las emisiones de mercurio procedente de la minería artesanal de oro en los neotrópicos.

El estudio afirma que aunque los anillos de los árboles pueden decir cuando los niveles de mercurio empezaron a ascender, no siempre ofrecer direcciones precisas hacia esas minerías ilegales. Es decir, sabemos que existen actividades ilegales que utilizan mercurio, pero no tenemos un GPS en los árboles para poder localizarlas e intentar evitar con continúen perjudicando al medioambiente y a los seres vivos que se encuentran en sus áreas de influencia. Son espías, pero de bajo presupuesto.

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