Los pedos de vaca son un problema serio para el planeta, tanto que Nueva Zelanda quiere aplicarles un impuesto

Nueva Zelanda está empezando a pensar en la inclusión de un impuesto a la contaminación de las vacas. ¿El motivo? Lo que representan sus flatulencias para el cambio climático.

Los pedos de vaca son un problema serio para el planeta, tanto que Nueva Zelanda quiere aplicarles un impuesto
Una sola vaca puede producir ingentes cantidades de metano. Imagen: Hoy
Publicado en Ciencia

El cambio climático es una obviedad y la mejor prueba de ello es ver cómo cada estación estival se vuelve a superar un registro de mayor temperatura frente al pasado. El ser humano es el principal acelerante en este proceso teóricamente natural, pero lo cierto es que no somos el único culpable. ¿Sabías que hay animales capaces de emitir un alto porcentaje de contaminación a través de su aparato digestivo y excretor? Sí, así es. El mejor ejemplo de ello nos lo muestran las vacas.

Las vacas producen una gran cantidad de metano. Tanto es así que se está empezando a ver con buenos ojos el establecimiento de un gravamen en particular para poder destinar mayores fondos a la causa. Nueva Zelanda ha sido el primer país que se ha atrevido a considerar el establecimiento de un impuesto con el único objetivo de limitar el problema a medio plazo. Al fin y al cabo, basar una gran parte del sector primario en la actividad relacionada con los bóvidos puede implicar una mayor cantidad de contaminación de la que cabría plantearse.

Veamos, por tanto, en qué está pensando la administración de Nueva Zelanda a este respecto, por qué puede ser una medida que podría extenderse a otros países, tales como Argentina y, por supuesto, hasta qué punto nos encontramos ante la necesidad de atajar un problema de estas características. ¿Quién iba a decir que las vacas iban a ser capaces de generar toneladas y toneladas de metano cada año? He aquí las claves del impuesto que podría llegar muy pronto.

La aprobación de un impuesto para reducir las emisiones de metano debido a las vacas

Es cierto que las vacas tienen un complejo sistema gástrico. Poseen 4 estómagos y, ciertamente, siempre están rumiando. Lo que quizás no sabías era su capacidad para poder contar con un nivel de emisiones contaminantes muy peligroso. La generación de metano ocurre a lo largo de todo el proceso de eliminación del pasto, lo cual desemboca en flatulencias con un alto grado de polución. Para combatirlo, Nueva Zelanda ha empezado a introducir en el debate el término 'impuesto'.

¿Hasta qué punto es gravar esta actividad? De acuerdo con la información publicada por CNBC, nos encontramos ante un país cuya mitad de emisiones contaminantes está directamente relacionada con el sector primario y, más concretamente, con las actividades relacionadas con la ganadería. Se trata, por tanto, de un sector clave a la hora de generar partículas contaminantes que, por tanto, es necesario controlar. ¿Es la solución un impuesto? Por el momento habrá diversas rondas de negociación con los propietarios de grandes cabezas de ganado.

Cabe destacar que, en la actualidad, el país cuenta con un total de unas 26 millones de ovejas y 10 millones de vacas, siendo estas últimas las que mayor generación tienen a la hora de expulsar metano. Afortunadamente, una alternativa viable podría ser el aprovechamiento de dicho butano. ¿Cómo? Instalando una especie de bolsas inflables sobre el lomo de los herbívoros. Esta propuesta permitiría almacenar el butano para servir, posteriormente, como materia prima energética.

Aun así, se trata de una medida difícil de aplicar, ya que este sector es estratégico en el país. Al fin y al cabo, hasta el 10% del PIB neozelandés está directamente relacionado con la actividad ganadera. Habrá que esperar a ver qué es lo que ocurre a lo largo de los próximos meses, pero el objetivo es incorporar una tasa impositiva para 2025 con el objetivo de tratarse de un país con emisiones netas de contaminación para el año 2050.

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