Ni cola ni cometa: Phaethon es un asteroide que deja una estela inesperada en su paso por el cosmos
Si creías que un objeto celeste con cola era un cometa, piénsalo de nuevo.

Es habitual confundir los conceptos de asteroide, cometa y meteorito, aunque una vez descubres sus diferencias, aún es complicado distinguirlos en el cosmos, incluso para la comunidad científica más preparada. En el vasto universo, también en nuestro Sistema Solar, son millones de cuerpos los que pueblan el espacio y, en ciertas ocasiones, algunos consiguen sorprendernos por descubrir características que creíamos saber y resultan ser imprevisibles.
El cometa que acabó siendo un asteroide y su inesperada estela
Existe un asteroide que no parece serlo, al menos a primera vista. Y es que Phaethon es un objeto cósmico extraño. Desde hace años, se creía que este asteroide, en ocasiones, se comporta como un cometa, dado que al acercarse a Sol muestra una estela y se ilumina. Dicha estela siempre se había creído que era el resultado del polvo del cometa siendo despedido del mismo por la acción del astro rey, pero como suele suceder en cualquier rama de la ciencia, las verdades lo son hasta que dejan de serlo.
Asteroid Phaethon is weird. It forms a comet-like tail near the Sun and sheds debris for a meteor shower seen each December.
— NASA Sun & Space (@NASASun) April 25, 2023
Scientists thought dust from Phaethon was to blame. But NASA solar observatories show that its tail isn’t dusty.
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En realidad, tal y como cuenta la NASA en una de sus últimas publicaciones, no es polvo del asteroide lo que se suele ver reflejado tras el mismo cuando se aproxima al Sol, ya que los asteroides no suelen presentar este comportamiento. Son los cometas, formados por roca y hielo, los que forman estelas, debido a la vaporización del agua. Phaethon, para liar más a los astrónomos, ha sido señalado como la fuente de la lluvia de meteoritos anual, aunque, repetimos, es un asteroide.
Fue en el año 2009, gracias a los satélites de la Misión STEREO, que se observó la cola de Phaethon al aproximarse al Sol, pero aún se creía que su formación era puramente polvo. Ya en 2018, las observaciones de la Sonda Solar Parker demostraron que dicha estela tenía más material que el que podía expulsar Phaethon. Y aquí es donde comenzaron las primeras sospechas, señalando a un elemento: el sodio.
Ya en 2022, a través de la sonda Solar and Heliospheric Observatory, se ha podido confirmar que el elemento que compone la estela del asteroide es sodio y no polvo. Qicheng Zhang, estudiante de posgrado del Instituto de Tecnología de California ha publicado el estudio que lo demuestra en Planetary Science Journal. Y esto podría ser clave para identificar otros cuerpos celestes, tal y como afirma Zhang en la publicación de la NASA:
Muchos de estos 'cometas' que bordean al Sol podrían no ser 'cometas' usuales, en el sentido del hielo, sino que podrían ser asteroides rocosos como Phaethon, calentados por el Sol.